El talento se mantiene
Sin spoilers
Deliciosa. Que un profesional con ochenta y tres años sea capaz de hacer su trabajo de manera que el resultado sea fresco, original y lleno de creatividad da una idea de cuanto ese profesional domina su oficio.
Con los ingredientes ya conocidos de sus películas más emblemáticas: La ciudad de New York y una historia de amor con algunos enredos Woody Allen construye un film deliciosos, lleno de chispa, con diálogos ocurrentes, vivos, cargados de intención y guiños y unos personajes cincelados con una precisión y una maestría indiscutible.
Además con ese añadido que supone esa New York tan particular de este director, tan suya, esa ciudad que en esencia ya no existe. Son los edificios, las calles, los hoteles, los paisajes de esa ciudad, pero el alma es la de hace muchos años, tantos como la memoria le permite mirar hacia atrás al director. Este anacronismo es la magia de su cine.
Una historia de amor sencilla, con algún malentendido, algún enredo; una música alimentada de "standars" de jazz y la fuerza teatral de las situaciones que crea le permiten bordar a este genio del cine una vez más una obra maestra con cuatro mimbres.
No ha sido necesario inventarse una historia loca, desorbitada; no han sido necesarios unos escenarios excesivos, rocambolescos; no ha hecho falta, en fin, lo excesivo. Simplemente talento: Imaginación, creatividad, sabiduría escénica y un texto preciso e ingenioso.
Las interpretaciones de Elle Fanning, la pueblerina de Arizona que llega a New York, y la de Liev Schreiber, el director depresivo, al borde del derrumbe existencial, trasunto del propio Allen, lucen en la historia como dos faros. Ellen Fanning se come todo lo que se pone a su lado y sólo Liev Schreiber es capaz de darle la replica a la acertadísima interpretación de esta actriz. Los demás actores, como suele suceder en las pelis de Allen, están a lo que este se les dice pero no acaban de creérselo. Algo que dota a sus películas de un sabor teatral aunque pasen bajo una tormenta o en el interior de un útero.
Echábamos de menos a este mago del ingenio cinematográfico que con la sencillez construye pequeños diamantes.
Repito, deliciosa la película.
Gracias Sr. Allen por evidenciar que todavía se puede hacer cine dese el simple y sencillo talento del contador de historias. Sin más.
Crítica eCartelera
'Día de lluvia en Nueva York': Woody Allen, en lo bueno y en lo malo
Críticas de los usuarios
school3
Deliciosa. Que un profesional con ochenta y tres años sea capaz de hacer su trabajo de manera que el resultado sea fresco, original y lleno de creatividad da una idea de cuanto ese profesional domina su oficio.
Con los ingredientes ya conocidos de sus películas más emblemáticas: La ciudad de New York y una historia de amor con algunos enredos Woody ...Leer más
Cinefiloman
Deliciosa. Que un profesional con ochenta y tres años sea capaz de hacer su trabajo de manera que el resultado sea fresco, original y lleno de creatividad da una idea de cuanto ese profesional domina su oficio.
Con los ingredientes ya conocidos de sus películas más emblemáticas: La ciudad de New York y una historia de amor con algunos enredos Woody ...Leer más
silzai
Es prodigiosa la prodigalidad de Woody Allen y lo cierto es que nunca aburre. Puede que se deba considerar esta última película como algo ligero y meramente entretenido, pero tiene más profundidad que el noventa por ciento de las películas que hay en cartelera. Describe sin aspavientos las debilidades de famosos adscritos al mundo cinematográfico y ...Leer más
federicocasado
Todos los grandes artistas tienen la capacidad de hacer grandes obras, y otras obras más pequeñitas. Encajándolo en la terminología de la música clásica, no es lo mismo hacer una sinfonía que un divertimento, aunque en ambos casos pueda percibirse la esencia del artista. Bueno, pues algo así sucede con la última película de Woody Allen: no es una ...Leer más
Críticas de los medios
Indiewire
La perfectamente mediocre 'Día de lluvia en Nueva York' es algo muy curioso y pequeño, con todos sus toques pesados, que la película en sí misma es como una reliquia de un pasado no muy lejano.
The Hollywood Reporter
Simplemente una repetición tolerable de sus características preferenciales y puntos de la trama, ambientada en un Manhattan actual tan nostálgico e irreal que bien podría ser una pieza de época.
Variety
Un reparto juvenil y atractivo no puede resucitar este fallo de Woody Allen marcadamente desactualizado.
Screen Daily
¿Es una obra maestra? Por supuesto que no. ¿Vale la pena verla en la pantalla grande? Absolutamente. Allen se burla de las personas acomodadas.