Tostón petulante y aburrido

La película es un tostón, en el sentido clásico de la palabra tostón referida al cine. Es petulante, pretenciosa y aburrida. No tiene ni chispa de gracia. Y es un sinsentido. Y que no me venga ningún intelectual a decirme que se trata de una metáfora sobre la mujer atrapada en un matrimonio infeliz con un machista porque la película no tiene arte para representar eso ni para representar nada. Se aprovecha de unos buenos actores que deben haber quedado horrorizados al ver el resultado de su trabajo. Estoy harto de pseudointelectuales que no tienen arte ni gracia ni talento y que nos toman el pelo al espectador por la cara. Tanto el guión como la dirección de la película son un bodrio infumable. No es una comedia porque no hace ninguna gracia. Es dura y aburrida en cuanto pasan los diez primeros minutos. Considero que esta película es una tomadura de pelo al espectador. Afortunadamente, no se me ocurrió ir a ver Blancanieves porque visto lo visto hoy ya me imagino por dónde iría. Pero esto de considerar un niño prodigio a este director me parece un absurdo y una nueva tomadura de pelo. No tiene nada que ver con Almodovar porque no tiene arte para tratar el imaginario de la gente. Ni película, ni metáfora. Un tostón. Por cierto, a los pocos espectadores que estábamos en la sala nos pareció a todos lo mismo: insufrible.