Sorprendente

Fui a ver una película española, con la firma de Amenábar. Fui con ilusión porque había oído críticas buenas previamente.

Aún así me sorprendió. Los minutos se me pasaron volando, entre estrellas, planetas, hombres, mujeres, ideas, espadas, lágrimas y sangre.

No esperaba tanto, la verdad. La historicidad es lo de menos, porque para eso están los documentales. Vi un retrato de la sociedad humana que nada tiene que ver con las producciones actuales. La sociedad humana está entretejida con poder, ambición, pasión, compromiso, fidelidad a los ideales de juventud que se van diluyendo con el paso del tiempo y de contemporizar con el status que se va adquiriendo. Esto estaba perfectamente reflejado en los rostros de los personajes.

El núcleo de la película es, a mi modo de ver, un canto a la tolerancia, a la co-habitación de culturas, religiones, clanes distintos en un espacio tan reducido con la antigua Alejandría. Se podría hacer tantas analogías con situaciones actuales, que me permito omitirlas. No pienso que ataque a ninguna opción religiosa, ni a ninguna fe, ni a ninguna "facción" en concreto. El que piense así, quizá es porque se ve a sí mismo/a como uno de la masa fanática que busca una piedra con que destruir el cráneo del que no piensa como él.

Amenábar es un genio, un fuerte aplauso.