
Nada por aquí
Sin spoilers
En su momento, cuando se estrenó 'Ahora me ves?' argumenté que la cinta era terriblemente entretenida y por momentos ciertamente espectacular pero que no dejaba de ser un inverosímil artificio: la magia, entendida como espectáculo creado para hacernos creer en lo imposible, es un arte que debe crearse en vivo y en directo, y el cine no deja de ser una enorme mentira enlatada y "en diferido".
Destapada ya la personalidad secreta del personaje de Mark Ruffalo, aquí los consabidos Cuatro Jinetes caen en manos de un ambicioso joven que les insta a cometer un robo de guante blanco. Todo el argumentario se repite: pocos trucos son explicados, se suceden los vertiginosos movimientos de cámara y se busca el golpe de efecto con sorpresas imprevistas y continuos giros en la narración. Ahora, lo bueno es que, conociendo los antecedentes y dando por válidas sus no-reglas, como espectadores simplemente podemos dejarnos llevar por este espectacular juego de trileros, y divertirnos con la aparición de Daniel Radcliffe (tiene cierta gracia que quien atrapa al cuarteto de magos sea el mismísimo Harry Potter), la vibrante escena del robo de la tarjeta-chip o con los ambivalentes discursos del personaje de Morgan Freeman.
Ahora, que nadie pida que le expliquen cómo Jesse Eisenberg desaparece en medio de un charco de agua o se coloca un jet flotando plácidamente en medio del Támesis: si estamos aquí es para entretenernos y no pensar en las leyes de la física que nos atan a la realidad.
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