
Regreso a Casablanca
Sin spoilers
El estreno de 'Aliados', la nueva película de Robert Zemeckis, se ha visto envuelto por la polémica del divorcio en la vida real de su protagonista masculino, Brad Pitt, y Angelina Jolie. Aunque de forma involuntaria, esta historia de papel cuché tras el film puede que haya servido como estrategia de distracción y gran impulso publicitario. 'Aliados' es correcta, pero más bien olvidable. Al menos hasta que los rumores de affair de Pitt con su co-protagonista, Marion Cotillard, se dispararon, aumentando la expectación y el morbo por verlos juntos en pantalla.
Cotilleos aparte, 'Aliados' no es una mala película. Zemeckis ha llevado a cabo un homenaje muy elegante y fiel al cine de oro de Hollywood, con una historia clásica de espías repleta de intriga y romance. Pitt y Cotillard interpretan a un matrimonio de agentes secretos que se enamoran durante su primera misión juntos y se van a vivir a Londres, donde el primero se enfrentará a la posibilidad de que su mujer sea en realidad una espía trabajando para el enemigo.
Apoyándose en los clichés del cine romántico de espionaje y con una puesta en escena muy glamurosa, Zemeckis nos cuenta una historia reconfortantemente familiar y nostálgica. 'Aliados' es una de esas películas que no aportan demasiado, pero que está hecha para agradar a todos los públicos, una de esas cintas que uno se queda viendo hasta el final cuando se topa con ella un domingo por la tarde en la tele.
Quizá lo peor de la película es que Pitt y Cotillard no tienen toda la química que la pareja protagonista de un film así debería. Pitt está como ausente, y sus escenas de amor con Cotillard se antojan frías y despegadas. Por contra, ella está mucho más metida y, afortunadamente, el guion descansa mucho en su personaje, lo que acaba beneficiando enormemente a la película. Está claro que Cotillard mejora cualquier cosa que toca.
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