Telefilme políciaco que lo intenta pero que no lo consigue.....

Producción británica que tiene aire a telefilme de sobremesa. Es una película policíaca con una historia detrás que es todo un puzzle, poco a poco se van uniendo las piezas y va tomando forma, pero todo es un poco lío, hay que estar muy atento para no perderte. Es una película que no aporta nada al género, de las que pasan sin dejar huella, es lo mismo que hemos visto otras veces, corrupción policial, atracos, drogas, diamantes, traiciones, venganzas....etc. Toda la película es la historia de una investigación, un caso en el que no sabes quien es bueno y quien malo. Hay que decir que es una película de ritmo lento, todos los diálogos son pausados y con el mismo ritmo durante toda la cinta, es totalmente lineal, va lenta sin prisa; y por decir algo positivo os diré que hay frases de esas que marcan, jajajaaja, pero el guión es muy pobre. El trabajo de los actores es aceptable pero tampoco es de brillar mucho, tenemos a Gabriel Byrne, Rufus Sewell, Toby Stephens, y una Elsa Pataky que hace bastante poco la verdad, esta chica parece no tener demasiada suerte en esto del cine, parece que no despega nunca. La película no dice nada, no engancha, es muy lenta y la historia tampoco es nada especial, ya desde el principio se sabe como va a acabar, no hay nada mas, se nota que los actores lo intentan pero cuando el espectador le pilla un poco el hilo, al segundo plof se va abajo. Con todo eso, el final es bueno, y se agradece que no dura demasiado, acaba y a los dos minutos ya se te ha olvidado lo que has visto.