Ama

Pepa vive con Ade, su mejor amiga, y su hija de seis años, Leila. Cansada de la actitud de Pepa, después de que esta se vaya a pasar la noche a una discoteca desahogándose entre baile y droga por no haber podido encontrar a su ex-pareja Diego y tras recibir un mensaje de su madre; Ade decide echarla de casa, pero no quiere que se lleve a Leila, a la que siempre cuida mientras ella se va de fiesta. Ambas mujeres forcejean quedando la niña expuesta al peligro físico. Al final Pepa y Leila se van de la casa con todas sus pertenencias.

El trabajo de Pepa consiste en ser relaciones públicas de una discoteca repartiendo flyers en las terrazas y playas. Sin tener con quién dejarla, Pepa se lleva a su hija Leila una jornada, pero es descubierta por su jefe Carlos que la despide. Pepa queda con Diego y le suplica que les deje a las dos quedarse en su casa, pero él se niega porque ella se ha aprovechado demasiadas veces de la situación y está harto.

Sin casa ni trabajo, Pepa busca un hotel, pero es temporada alta y los precios están carísimos. Ade tampoco quiere quedarse con Leila esa noche en la que todavía no encuentran alojamiento, por lo que madre e hija acabarán durmiendo en un rincón de la playa. De madrugada aparece la policía y se ven obligadas a escapar.