Una divertida comedia española que intenta aspirar a algo más

'Anacleto: Agente Secreto' es, por definición, una película que se basa en parodiar los filmes de espías. Resulta, por tanto, imposible no compararla con la última y muy acertada creación en este género: 'Kingsman: Servicio Secreto' (hasta comparten estructura en el título). El problema de la cinta dirigida por Javier Ruiz Caldera es que aspira a ser un Kingsman español aunque finalmente se queda en una, otra más, simple comedia española.

Eso no quita que 'Anacleto' sea una película muy amena y divertida que nos haga pasar un gran rato. Sin embargo, el filme tiene claramente unas pretensiones de apuntar más alto para convertirse en un Kingsman patrio mezclando una buena estética y un gran despliegue de efectos efectos especiales con ese humor cañí que, si lo estuviese haciendo Santiago Segura, llamaríamos caspa. Por desgracia para 'Anacleto' son precisamente esas escenas las que mejor funcionan en la película. Los gags de Rosi de Palma o Eduardo Gómez son los que más se recuerdan, así como todas aquellas escenas de típica comedia española. Las tramas que intentan apuntar más alto y sofisticado, están desgraciadamente mucho menos logradas.

Primero, porque Imanol Arias funciona mucho mejor como actor de drama que de comedia. Tal vez por eso la película se aleja de los cómics en intentar presentarnos a un Anacleto Agente Secreto serio y eficaz, mientras que el "detective" patoso y cómico es su hijo, Adolfo. En ese sentido, Quim Gutiérrez es probablemente lo más destacado de toda la película y seguramente la única actuación a recordar. Gutiérrez borda su papel de Chuck Bartowski patrio desde la estética hasta los gestos.

Segundo, porque el elenco del filme es bastante irregular. Gutiérrez al final acaba soportando el 95% del peso de la película con gran solvencia pese a la más bien escasa química con su padre Imanol y su novia Alexandra Jiménez, que no está especialmente afortunadada en 'Anacleto'. Mucho más química tiene la relación entre Quim y Berto Romero, aunque una vez más nos vamos hacia las tramas más cañís.

Al final, 'Anacleto' funciona mucho mejor como comedia española de denuncia, con gags a la actualidad (Formum filatélico, precariedad laboral...) que como parodia sofisticada de película de espías. Quiere ser un 'Torrente' glamouroso y sin embargo es cuando más se acerca a 'Torrente' que más nos divierte.