Segunda oportunidad

En esta segunda entrega me sigue fascinando cómo Linklater consigue matener nuestra atención durante tanto tiempo valiéndose únicamente del diálogo. El uso del tiempo real en esta película es magnífico y la forma en que evoluciona la conversación entre los personajes es brillante. Los ves titubear, dar pasos hacia delante y atrás, y tantearse el uno al otro para no desvelar demasiado. Falta algo de frescura de la primera parte, pero aquí estamos en otro momento de la vida de Jesse y Céline. Son tan reales y la química entre los actores es tan inexplicable que no puedes sino rendirte a sus pies. Es toda una oda a ese amor que perdiste una vez porque la vida se puso en medio y que aquí encuentra su segunda oportunidad en un maravilloso y terrible final, uno de los mejores que he visto en mucho tiempo.