
"Refrescando el género"
Sin spoilers
Bajo la dirección del pionero en la reinvención del terror, James Wan ('The Conjuring' /'El Caso Endfield') llega otra historia de superhéroes que se añade a la larga cola del género.
'Aquaman' es el nombre que recibe la cinta de esta nueva entrega del universo DC que arranca sonrisas, llena de acción y moja al espectador.
A rasgos generales, la actuación es, sin duda, un punto fuerte que complementa la apoteosica cuantía de efectos de los que dispone el largometraje.
Profesionales de la talla de Nicole Kidman, Willem Dafoe, Dolph Lundgren o Patrick Wilson destellan rodeados de colores y vivos momentos de acción, encarnando a personajes bien definidos y conducidos a lo largo del film.
La presencia de Jason Momoa, en el papel del aspirante al trono de Atlantis, es colosal. Tanto su puesta en escena, como el increíble uso que hace de su humor y talento para actuar.
Y es que no sólo los músculos o el manejo del tridente le complementan. También, la actriz Amber Hear en la piel de Mera es digno de mención.
Pero... ¿La historia? Simple, con un planteamiento, un nudo y desenlace propio de un film de estas características.
Sin embargo, es en el modo de contar los hechos, donde reside su encanto.
Un inicio cargado de acción, que se mantiene en equilibrio, con humor bien seleccionado sin desentonar como ocurrió con la marvelita "Thor Ragnarok".
El familiar uso de cámara, permite reconocer a la legua la carrera profesional del director.
Tanto en su fluidez para ofrecer acción en planos secuencias cuidados y medidos, como en la creatividad para explotar el mundo acuático de la película.
James Wan consigue que sus actores se compenetren bien, que tengan un por qué en la historia sin ser carne de presa en cualquier momento, y les da una presencia en pantalla acorde a su papel de cara al público: puro espectáculo e imaginería visual.
La fotografía no se queda atrás. La enorme paleta de colores se muestra cálida y fría en momentos diversos de la película. Si bien, tanto en tierra como en mar, la iluminación es la idónea, y la apreciación de los detalles mínimos en la escena, cumplen con creces las delicias de uno.
El equipo de vestuario ha otorgado consistencia a los personajes permitiendo, junto al equipo de escenografía, una contextualización cubierta de gloria, respecto a la amalgama de efectos visuales de los que dispone Wan y su equipo de posproducción para dejar boquiabierto al espectador.
Las criaturas y los vehículos bajo el agua asombran por su variedad en este "Star Wars acuático con toques de Indiana Jones".
Sin duda, el enorme trabajo llevado a cabo por el compositor Barry Gregson-Williams no se queda atrás.
Dar apoyo sonoro es complicado, más cuando tienes mucho que ofrecer y explicar a través de la música. Por ello, el repertorio de melodías y mezclas sonoras harán las delicias de un mundo visual en plano sonoro, pues lo que se ve es coherente al mensaje que la música ofrece al sentido del oído.
Aquaman quizás no sea la mejor película de superhéroes, pero marca la diferencia en muchos aspectos: en su fluidez y dinamismo visual, en su reparto bien estructurado y utilizado, así como en la rica y variada colección de referencias a otras películas.
Sin pasar por alto el punto álgido de la superproducción: los mejores efectos visuales que una película de este calibre pueda tener actualmente.
Si Warner deja rienda suelta a la imaginación de buenos directores, que sienten pasión por su profesión, el tiempo arreglaría las cosas en este universo.
De momento hay esperanza, y no es "ni el hijo de Krypton" ni "el murciélago de Gotham", sino un secundario que demuestra haber dado la talla en tiempos donde las cosas se toman a la ligera y se obtienen resultados nefastos.
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