Fresca y desenfadada

A simple vista, 'Malas madres' es la típica comedia gamberra con gags excesivos y gran carga de sal gruesa. Y en realidad lo es. Pero también es una película por encima de la media de lo que se suele esperar de este género. Lo que tenemos aquí es una nueva variación de 'Resacón en Las Vegas', pero con protagonistas femeninas. Mila Kunis, Kristen Bell y Kathryn Hahn forman un equipo cómico infalible, y ellas son las que hacen que la película, que no inventa nada, funcione tan sorprendentemente bien.

'Malas madres' podría haber sido una simple acumulación de gags pasados de rosca y momentos esperpénticos, pero es algo más. Su historia nos habla de esas madres que están hartas de darlo todo por ser perfectas y aun así no reciben el reconocimiento y el agradecimiento que merecen. Es decir, una carta de amor y un homenaje a todas las "malas madres" del mundo, las que, hagan lo que hagan, nunca será suficiente para algunos o algunas. Tiene mérito haber tejido un mensaje tan bien articulado y haber dotado de corazón a una película con humor zafio y situaciones disparatadas como esta, y que funcione tan bien.

Como decía, 'Malas madres' no es el colmo de la originalidad, bebe de todos los clichés existentes, su historia es predecible (de ahí mi nota moderada), pero divierte a lo grande, tiene incontables gags memorables y sus actrices están en estado de gracia. Muy recomendable para pasar un rato grande sin muchas exigencias, pero también sin tener que rebajarnos como espectadores.