Uno de los argumentos más usados del cine, repite otra vez su historia.

No tiene sorpresa, no tiene originalidad, no tiene chispa, todo es predecible... podría seguir, pero no tendría tiempo de destacar la único bueno de la película: Las actuaciones. Nicolas Cage y Nicole Kidman me han sorprendido y han sabido actuar en una película con dirección y guión bastante malos.

Joel Schumacher dejó de ser director tras dirigir Batman Forever y Batman y Robin, y ahora se conforma con historias simplonas como esta, aunque he de reconocer que la película de El Número 23 (2007) me gustó y me engancho, y eso que el protagonista fue Jim Carrey. Pero en esta película decae más de lo que ya había caido. La historia es simplona, pero he de reconocer que lo que si ha salido bien parada de esta película son las actuaciones: Nicolas Cage y Nicole Kidman son lo único por lo que merece ver la película y han sabido como interpretar a dos personas en una situación así. El guión puede engañar al espectador, porque hay frases algo complicadas de elaborar, pero en realidad se pasan todo la película diciendo tacos y diciendo las mismas cosas de siempre en una situación así.

En definitiva, de ver y olvidar porque no es nada nuevo, y solo merece verse por las actuaciones.