New York is not Gotham

Lo primero que se debería hacer a la hora de llevar a cabo una película sobre este superhéroe es al menos ubicarlo en su ciudad; Gotham, y no llevar a cabo una suplantación tan burda como esta en la que podemos ver como exhiben una y otra vez sin ningún tipo de rubor, la ciudad de New York (y alguna más) mientras mencionan la palabra Gotham una y otra vez. También aparecen varias autoridades del país. Incluso sale el pentágono. ¿Un partido de Football americano?... y todo esto lo contempla Wayne (en directo, ojo) desde su celda en algún lugar de la mancha.

En definitiva la ambientación es tan mala y la acción está tan desubicada que no sea sabe lo que se está viendo en realidad; si estamos en Gotham o en la quinta avenida o si estamos en el presente o en el futuro. Una broma de mal gusto que provoca que los personajes pierdan la credibilidad y es entonces cuando empiezas a no creerte nada.

No hablemos ya del argumento porque realmente excepto en sus primeros compases y en los finales es cuando Batman posee protagonismo. Durante al menos una hora de proyección la película da la sensación de tratar de otra cosa. Se pierde incluso el interés sobre el personaje Bruce Wayne/Batman. Lo único que merece la pena y tiene realmente contenido.

En el apartado técnico la cinta es notable. Está bien producida, tiene una cámara bastante buena y unos efectos especiales muy dignos pero en general, la película es un claro atentado contra el superhéroe.