El triunfo de Nolan

Luego de una segunda entrega excepcional y "casi" perfecta desde cualquier término que se la analice, The Dark Knight Rises debía dar un cierre de saga digno y aclamado que determine un trabajo de Nolan glorioso y, quizá, único en el género de superhéroes dentro de la cinematografía.

Tal vez, regresamos nuevamente ante el punto más flojo de Christopher, que es sin dudas su incapaz rebeldía de detonar una película del Caballero Oscuro con mayor energía, y no tanta espera de acción. Pero si hay algo que se encuentra muy destacado en esta tercera cinta, es el indudable incremento de potencial de un héroe que debe demostrar ser lo que es, y un villano que está totalmente convencido de sí mismo como para dominar una ciudad -tal vez un país- entera. Y esto lleva, sin más preámbulos, a una historia plagada emocionalmente, con mucha acción de por medio, aunque se haga esperar como todas en la franquicia, y un reparto que termina de convencernos del excelentísimo ojo de Christopher Nolan para llevar a cabo un guión que incorpore un elenco a su medida.

The Dark Knight Rises es de aquellos films que presentan todo tipo de sensaciones. Es, dicho en un término vago, una remasterización de The Dark Knight, sólo que intenta profundizar sus impecables resultados pasados. Mantiene básicamente un ritmo adecuado al mismísimo Nolan, aunque me animaría a decir que, aquí, las cosas suceden un tanto después de lo que nos venía acostumbrando el director inglés. Y es que estamos tratando con un filme de un par de horas y media, que puede notarse denso y revoltoso por momentos, con una cantidad de personajes que puede desbaratar la trama principal, pero que en cuestión, todos tienen un protagonismo ideal en la cinta.

Pero, ¿en dónde se encuentran aquellas falencias que tanto se hacen notar en gran parte del público? Pues es que las películas de este señor, suelen ser largometrajes que amas, o que simplemente odias. Porque el género superheróico nos tiene atentos tras efectos y montajes impresionantes, mientras que la saga de Nolan intentó ser profundo en otros ámbitos, como historias que se enfoquen en dramas, luchas radicales y de poder sobre el más débil, psicológicamente atrapante, y no tanto por el lado tan trillado de una batalla épica entre el bien y el mal.

Y es que, precisamente, The Dark Knight Rises nos va guiando hacia eso: una batalla épica entre el bien y el mal; aunque aquí estamos ante una auténtica Obra Maestra, que demuestra un largo camino innovador por el cual transitar antes de llegar a dicho final. Su resumen acaba siendo tan inspirador y emocionante, que cualquiera fuese el destino del héroe, el villano y una ciudad atemorizada por sus actos, hubiese sido aceptado.

Esta tercera entrega de una franquicia más que imprescindible, presenta, sin lugar a dudas, y desde mi humilde opinión, el mejor final por sobre cualquier otro film del género, y es que se lo gana gracias a un cierre que es difícil describir entre palabras, ya que, como dije, cualquiera fuese el destino, hubiese sido el adecuado.

Y vuelvo a mencionar que, tras mi manera de ver y sentir este proyecto llevado a cabo por Nolan, The Dark Knight Rises es la indudable mejor película de las tres. Es como si cada una superara a la otra, con intenciones manifestadas y sentimientos muy profundos que llegan al corazón de cada amante, no sólo del personaje, sino del cómic, Y es que les está hablando una persona que jamás en su vida creyó escribir tales palabras de un personaje que nunca despertó interés en mi.

Christopher Nolan se consagra aquí tras una última parte impecable, con escasas desvirtudes, y tanto material en sí misma que acabaría inspirando a cualquier director para continuar una cuarta entrega. Simplemente magistral.

"Imprescindible"