La leyenda termina.

Vayamos por partes, como diría Jack el Destripador. Es verdad que es menos buena que "El caballero oscuro" (Y ojo digo menos buena no por azar). Pero el error al ver esta película es compararla con su predecesora. Porque no cuenta una historia cualquiera. Cuenta un final. Es un final desde el principio, que no es sino el final de la anterior película. Es un final cuando vemos a Bruce Wayne desgastado, impaciente, queriendo que su vida acabe, porque no hay nada ya para él. Es entonces cuando Gotham adquiere el protagonismo. Es la historia de una ciudad. Una ciudad amenaza por un terrorista como Bane (Magnífica interpretación de Tom Hardy) que lo que quiere no es apoderarse de ella, no hablamos de una lucha de poder, sino una total destrucción. Una ciudad de héroes como John Blake o James Gordon, que luchan contra ese final. ¿Y Batman? Es un hombre más. No es un superhéroe, es un héroe a secas, siendo igual que cualquiera de los que luchan con él, como se puede apreciar en la lucha entre la policía y los mercenarios de Bane. Y, ¿Qué es Selina Kyle? La redención de Bruce Wayne. En definitiva, esta película es la tremenda conclusión de Nolan al mundo Batman, dejando claro que es un final. Los dos Nolan junto con Goyer van tejiendo el final a golpe de increíbles secuencias de acción y diálogos potentes. Ademas, vemos en Bane el reflejo de una sociedad actual que dice basta a la corrupción. Nolan nos recuerda que es de los peores momentos cuando salen las peores personas. Tenemos que tener el mensaje claro, pero no debemos olvidar que hay que vigilar también a quien lo dice.

En definitiva, Nolan nos deja intranquilos, tristes por que no vaya a volver y deseando que rompa su promesa y nos traiga pronto otro Batman, un Superman o ¿Por que no? Una Liga De la Justicia.

Hasta siempre Bruce.