
El álbum de fotos de Linklater
Sin spoilers
La multi-premiada "Boyhood" pasa por el escáner de Hello Rubio. Richard Linklater es el director del mayor experimento del pasado año, que cuenta con seis nominaciones para los próximos Oscars, habiéndose alzado ya con el BAFTA o el Globo de Oro a "Mejor Película" (drama en caso del Golden Globe). Un 98% en Rotten Tomatoes y la primera película en alcanzar el 100 en Metacritic con críticas actuales. Pero, ¿es realmente "Boyhood" merecedora de todos estos premios?
"Boyhood (Momentos De Una Vida)" destaca en muchísimos aspectos, pero hay algo que la ha desbancado de los filmes convencionales: ha sido grabada durante doce años. Como ya muchos sabréis, la cinta a analizar narra la historia de Mason, un niño que veremos crecer desde los 6 hasta los 18 años. Eso sí, siempre interpretado por el mismo actor. Y es que, por primera vez, la traducción del título en español (su título original es simplemente "Boyhood") no puede ser más acertada: "Momentos De Una Vida". El último filme de Linklater puede ser considerado a la perfección como un álbum de fotos. La película no posee una gran trama principal sobre la cual giren los diálogos entre los personajes, sino que simplemente se narran sucesos como la separación de los padres del protagonista o una de las muchas mudanzas por las que debe pasar. En definitiva, hablamos de un álbum de fotos de 165 minutos de duración. Rectifico: el mejor álbum de fotos de 165 minutos de duración.
Sus interpretaciones son magníficas: Ellar Coltrane es el encargado de dar vida a Mason, que comienza siendo un curioso niño de 6 años y que acaba convertido en un joven de 18 años. Su evolución es obviamente existente, tanto física como emocional, pero quizás es la menos pomposa de las presentes para ser el personaje protagonista. Probablemente , un punto a favor de la película. "Boyhood" ha dejado a un lado las excentricidades y se ha convertido en la película más humilde en años. La cinta de Linklater narra una vida que podría ser la mía o la tuya a la perfección. Dejar las excentricidades a un lado y abarcar los temas con la mayor naturalidad posible es la razón por la cual nos encontramos ante la última gran obra maestra del cine (con permiso de "Whiplash", la cual hizo que mi corazón bombease a ritmos inimaginables). La interpretación de Coltrane es bastante natural, sin nada de dramatismo. Justo como sería el comportamiento de cualquier niño-adolescente-joven ante semejantes situaciones. Por otro lado encontramos a su hermana, Samantha, a la cual da vida la hija del director Lorelei Linklater. Si alguno de vosotros tiene alguna hermana mayor, es imposible que no os sintáis identificados. En una de las primeras escenas de la película vemos como despierta a su hermano a ritmo de "Oops... I Did It Again" de Britney Spears. Mi hermana me hacía lo mismo con las Spice Girls y siempre me sacaba de quicio, al igual que le pasa a Mason. Una vez más, una evolución más que visible, sin llegar a ser tan evidente como la de los dos grandes pesos pesados de la película: el padre y la madre, llevados a cabo por dos sobresalientes Ethan Hawke y Patricia Arquette. Aunque la interpretación de Hawke es extraordinaria, Arquette se mete al público en el bolsillo y nos hace emocionarnos como nadie lo hace en la película. Una madre que tiene que sacar a su familia adelante, que no tiene mucha suerte en el amor y que verá crecer a sus hijos en un abrir y cerrar de ojos. Sin palabras.
Para ubicarnos de lleno en la película (ha sido grabada de 2002 a 2013), Linklater utiliza elementos como videoconsolas, música, libros o presidentes en lugar de mostrar los años. A principio de la película, tal y como ya he comentado, "Oops..." de Britney obtiene presencia, mientras que a medida que avanza "Boyhood" podemos escuchar "LoveGame" o ver el videoclip de "Telephone" de Lady Gaga. El caso es el mismo con las videoconsolas. Mason comienza jugando con la Nintendo Game Boy Advance SP, más tarde lo vemos jugando con la XBOX, la Wii o, finalmente, con su iPhone. También vemos como a comienzos de la película, la madre lee a sus hijos el primer libro de Harry Potter en la cama, mientras que años más tarde los vemos asistiendo a la premier de la sexta entrega de este. Por último, una crítica hacia las novelas de "Crepúsculo". También vemos el desprecio del padre hacia Bush en la primera parte de la cinta y el apoyo hacia Obama a medida que ha ido avanzando la película. Muchos critican que estos elementos "están cogidos con pinzas". Razón no les faltan. El momento en el que ella está viendo el videoclip de "Telephone" (mejor vídeo en lo que llevamos de siglo, puestos a decir) no tiene ni pies ni cabeza. Sin embargo, es preferible adentrarnos cronológicamente gracias a este modo que mostrando cuatro dígitos en pantalla o mostrando un calendario.
Hasta ahora, estaríamos hablando de una obra maestra con mayúsculas y, aunque no deje de serlo, hay aspectos que podrían haber sido mucho mejores. El ritmo es asombroso, especialmente desde los 6 hasta los 15 años. Sin embargo, durante los últimos tres años (que me atrevería a decir que es más de una hora de la cinta), el ritmo decae llegando a hacernos notar las casi tres horas de duración del filme. Una vez más, estamos ante un caso de inflación de duración para conquistar a la crítica.
Querido Linklater,
Cuando se sobrepasan los 120 minutos, debe haber algo tipo de justificación.
Atte.
Alejandro Rubio
Además, habría sido alucinante que jugase con los formatos, pasando de los 4:3 a los 16:9 a medida que iba avanzando en la línea del tiempo. Sí, es excesivamente wesandersiano, pero estaría más que justificado. ¡Ah! Y menos hype para la próxima vez, que después pasa factura.
En resumen, "Boyhoood" es un filme sobresaliente sobre la vida de cualquier persona, que goza de una humildad y sinceridad con la cual te será imposible no sumergirte de lleno en este maravilloso álbum de fotos.
Nota: 9,25 / 10
Críticas de los usuarios