El placer de ser toreado

Lo primero de todo: Por favor, id a ver la película sin haber visto nada. Es muy importante para vivir la "experiencia Abrams" al completo. Yo aquí no voy a desvelar nada, evidentemente. El bueno de J.J. nos dejó a cuadros a todos anunciando dos meses atrás que había preparado una película con la palabra 'Cloverfield' en el título, y como fan de 'Monstruoso' no pude evitar dar un saltito en la silla. Y, al igual que la primera, esta se trata de una sorprendente sucesora de esta, siendo dos películas bastante diferentes. En este caso nos encontramos ante un bunker que bien podría ser una matroshka, las muñecas que esconden en su interior otras muñecas. Esta película tiene muchas películas en su interior. Y cada vez que se transforma nos sorprende. Hasta, por supuesto, el giro final, que nos dejá con la mandíbula a varios kilómetros de profundidad. Pero para que la disfrutemos al máximo tenemos que ir sabiendo que es Abrams el que está detrás, para no sentirnos, quizás, engañados. No fue mi caso, yo entré encantado en la historia y me dejé torear muchas veces con el enigmático carácter del personaje de John Goodman y con las intenciones de ese búnker. Sufrí por Mary Elizabeth Winstead en muchas, muchas ocasiones y me lo pasé pipa. Aunque le cueste empezar, y tenga unas cuantas situaciones bastante fantasmas, 'Calle Cloverfield 10' es un claro ejemplo de lo mucho que se puede disfrutar una película a la que se va sin saber qué se va a ver en realidad. ¿No echáis de menos esa sensación? Yo, mucho. Por eso me encanta que J.J. coga el capote y me toree todo lo que quiera. Es un placer indescriptible.