El tiempo es un gran autor

Pocas películas han sido tan autobiográficas como esta, y menos aún cuando la historia que se denuncia es, por lo tanto, cruda y real. Chaplin, que ya había comenzado a hablar tras "El gran dictador" y "Monsieur Verdoux", en las que llegó a caracterizar tres papeles distintos, vuelve a interpretarse a sí mismo; pero al quitarse la máscara, no es a Charlot al que vemos. Es al propio Chaplin, que es ahora quien sufre la vida en primera persona.

Y la sufre porque es una estrella que se apaga, pero no por culpa propia, pues este maestro tenía aún cuerda para rato, prueba de ello es esta película, para mí, la mejor de su carrera; si no porque el tiempo y algunas personas (debido a la polémica suscitada precisamente por su dos anteriores películas) le estaban intentando olvidar. Quizá ese orgullo propio que caracterizaba al director como alguien vanidoso fue el que le impulsó a crear esta cinta.

Bajo la identidad de Calvero, nos muestra la historia de un cómico que ha perdido su gracia, o, que al menos, el público ha dejado de reírse; por lo que sufre impotente el quedar desplazado por las nuevas generaciones. Todo ello es ligado magistralmente con una tierna historia de amor imposible, similar a las de su vida, que surge entre él y una artista joven. Sin embargo, en esta ocasión será distinto, la rechazará, bien sea porque ha aprendido de sus errores, o porque el amor hacia su pareja en esa época (y definitiva), Oona O'Neill, por considerarla él mismo como su "amor verdadero", prefiere mantener su fidelidad.

Con todo esto, es probablemente la película con menor intención humorística del director hasta esa fecha. El suicidio, el fracaso y la dureza de la vida son los motores de la historia. Todo ello está plasmado, como vengo diciendo, directamente de su experiencia, aunque sustituye, en este caso, el cine por el teatro. Puede ser en memoria de sus inicios en su país natal, Inglaterra, o, simplemente, para que la gente no terminara de relacionarlo con él.

Para terminar con este canto a la añoranza, cabe destacar la dupla final Chaplin-Keaton, tan cómica por sus actos, como melancólica por su significado. Además, Chaplin logra convertirse en el cineasta total, pues a parte de ser director, productor, guionista o actor, es compositor; prueba de ello es el Óscar, el único que ganó en toda su carrera, por la banda sonora de este film (otorgado 21 años después por motivos políticos).

"Candilejas" significa que, por muy cruda que se presente la vida, por muchos e incesantes golpes que te de, que casi te impidan volver a levantarte de nuevo; por muy negro que se nos parezca el futuro y nos ahoguemos en un mar de desesperación, siempre queda un rayo de luz hacia la esperanza.