
Profundo respeto a la alegría
Sin spoilers
La danza es uno de los medios mas naturales que tiene el hombre para expresar lo que no sabe decir. Y lo que el hombre nunca ha sabido explicar con palabras, es su alegría.
Alegría, palabra que resulta imprescindible a la hora de hablar de esta película. Donen y Kelly la elevan a lo más alto, dedicandole un poema de amor. Un poema de amor a la alegría que contagia hasta hacernos cómplice. Y casi sin darnos cuenta nos encontramos bajo la lluvia, con él. Y ya no tenemos escapatoria posible. Ahora ya es demasiado tarde para cualquier intento de acercamiento critico para analizar la película, pues nos privaría del entusiasmo, la alegría y la vitalidad contagiosa que nos proporciona su contemplación.
Y en ese momento en el que un paraguas apunta al cielo, nos sentimos tentados de saltar por las aceras y farolas en la oscuridad de la sala. Sentimos una emoción profunda que conlleva toda felicidad. Sentimos simplemente alegría. Es la escena que mejor expresa sin palabras dicho sentimiento de la historia del cine.
Una vez dijo Donen que tenía un profundo respeto a la alegría. De eso no nos cabe la menor duda, Señor Donen.
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