Miradas, gestos y seducciones

Tenía miedo de la adaptación de esta película así que la comencé a ver sin muchas expectativas. Pero tengo que reconocer que me ha sorprendido y gustado muchísimo más de lo que esperaba.

Carol no es una película con fuertes giros de guión, ni de ritmo trepidante, no lo necesita, ya que no busca que te revuelvas en la butaca, sino que te olvides de la butaca y te dejes hipnotizar por una historia sencilla, sin alardes, llena de sutiles miradas, gestos y seducciones, de palabras no dichas, de un ritmo en el avance del romance tranquilo acorde con la época.

La historia está tratada con una naturalidad exquisita, con unos maravillosos planos y encuadres en los que escoge lo que nos quiere mostrar y lo que no. Le agradezco inmensamente que a pesar de contarnos un romance no nos haya dado una historia edulcorada de las que tanto aborrezco.

Ellas fantásticas, con una química innegable. Pero he de reconocer que Cate Blanchett es exactamente la Carol que siempre me imaginé cuando leía el libro. Espectaculares esas miradas que tiene en las que se aprecia las idas y venidas de sus pensamientos, esa elegancia, esa voz envolvente (versión original) y, por supuesto, su innegable belleza: vivan los 47!!!