Coches que corren, que hablan, que lloran, que sueñan.

¿Te imaginas que a la hora de juzgar una persona se tubiera que analizar de la misma manera que se hace para un coche? si está limpio, preguntar que marca tiene, cuantos años tiene, si su color es el adecuado...etc ...¿crees que si fuera así, se alejaría mucho de como se juzgan las personas ahora?

Es irónico que de las grandes historias que la animación de Pixar sabe exponer a la gran pantalla con tanto entusiasmo, esta no sea una excepción, pero que hayan tenido que recurrir todo un mundo alternativo, dónde los transportes (coches, trenes, aviones, camiones, tractores...) sean el protagonismo, y no sólo esto, que lleguen a ser igual de expresivos como una persona. Cuando, quizás en escasos años atrás, Pixar vendió fantasías con animales e insectos para los niños.

Y es por esto que me pregunto, ¿se puede hacer una peli de animación con cualquier cosa?, la respuesta claro está, es "sí". Recurrir a coches parlanchines creo que ya es decir mucho...

La trama, en un principio, puede resultar sencilla, "un coche que tiene intención de ganar una carrera", FIN. Lo interesante es que este detalle es simplemente un manera de iniciar la película, porque la historia va más allá, y aunque traten mayoritariamente de coches, esto no significa que la historia tenga que resultar monótona y aburrida, y si bien es una gran propuesta que si no tubiera la marca "Pixar" seguiría teniendo el mismo reconocimiendo. Porque esta vez, todos los coches estarán observando la gran carrera del siglo, del milenio, de la historia. Los coches de carrera más prestigiosos se están preparando por conseguir una reluciente Copa que dentro de ella expresa el "reconocimiento" de sus habilidades... pero el protagonista, a base de accidentes casuales, hará que la verdadera carrera reconocida mundialmente se haga esperar, mientras tanto, se verá en vuelto por circunstáncias que aunque no lo sepa, le trasladará en otro nivel de su vida.

La película es emocionante, graciosa, romántica, carismática, pastelona, intrigante, decente, ágil, potente, simpática, vistosa, lógica, efectiva, curiosa y sin duda alguna... Pixar una vez más, explota otra faceta con que "aprender" de nuestra vida más social.

En cambio, por mucho que conserve esa "innovación" correspondiente de dar vida a personages mecánicos, no ofrece tal "espectáculo poético" ni va más allá de otras historias muchíssimo más explotadas como "Wall-e" por ejemplo, que también usa personages robóticos y bien que se te cae la lagrimilla a cada 10 minutos.

Pero las comparaciones son odiosas, y más en estos tiempos, "Cars" ofrece al expectador mucho más de lo que promete, es un gran entretenimiento que hasta que no salgan los créditos finales ni te paras a pensar en apartar los ojos de la pantalla. La BSO es un gran protagonista, pero algo que realmente juega bien esta película, son los diseños y las personalidades de cada coche de papel secundária, todos ellos son bien aprofundizados y todos ellos son realmente adorables.

Algo criticable... realmente llega a ser "pastelón" en algún que otro momento insignificante, esto no significa que sea algo malo, o que sea un aburrimiento, pero si es cierto que hay alguna que otra secuencia cursi que te da por pensar: "por dios, dejenlo ya" ...pero no molestan, simplemente lo señalo por si alguien aún no tiene encuenta que estas películas son "infantiles" y como tales, se comportan como tales. Aunque algo que reconocer, es que esta película da que pensar, y la trama se aleja un poco a lo que una peli de niños sería... como bien Pixar sabe hacer...

El trasfondo de ese pueblo que perdió sus días de glória, las sólidas carreteras que recorren ese desierto tan transparente, son partes elementales de la película que valen la pena recalcar, destacar y analizar. Son momentos clave de la película, necesarios para su desarrollo, y son realmente excelentes.

Para finalizar, señalar las graciosísimas situaciones en que se ve involucrado el protagonista, y en especial, el encantador "Mate", realmente vale la pena verla y juzgarla por si misma, por lo que es, una película de vidas rotas y coches que sueñan.