Un móvil, unos polis corruptos y un secuestro

No es que me llamase mucho la atención esta película pero me la había recomendado gente así que me dispuse a verla y mas sabiendo que la protagoniza un reparto de caras conocidas. El director mas bien lo único decente que ha hecho y he visto fue la secuela continuada de forma correcta de Destino Final, a raíz de ahí hizo supuestos bodrios hasta caer en su inesperada muerte hace unos meses. Lo dicho, una película entretenida con una idea interesante y llamativa que no innova en el género ni destaca por encima de todas en el género pero que sin pretensiones llega a una película decente, que se puede ver sin ningún resquemor. Las actuaciones no están mal aunque la cara de Kim Basinger no me la creo, pienso que sobreactúa constantemente, Chris Evans hace su papel, el de chulillo que se ha metido en un lío como la copa de un pino y cambia su personalidad completamente, sea así madura. Jason Statham y William H.Macy hacen sus correctos y tópicos papeles pero están bien en su cometido, quizás ver a Statham de villano es algo poco habitual pero la verdad es que lo hace bien pese a que siempre le vea haciendo el mismo papel encasillado en el poli de turno.

El guión hace aguas por muchas partes, es tan surrealista la trama que no te lo crees por mas que te enganche, esa frasecita de la Basinger cuando agrede a uno de los malos es para llevarlo al buzón de los Razzie y nominarla, bueno y al guionista también que curiosamente es el mismo que el de A todo gas 6, bueno y el resto también. La banda sonora no destaca apenas y el trabajo del director es un tanto pobre aunque no tanto como parece. La estética tanto artística como visual es de serie B en toda regla aunque no quiera serlo.

En definitiva, una película entretenida con una idea interesante sin llegar a ser pesada, empalagosa o fantasmagórica como otras pero que no brilla por su guión ni por sus actuaciones ni mucho menos por sus dialogos. Eso sí, destaco una escena, la del tiovivo con los niños montados, yo me estuve riendo un buen rato aunque no sea motivo de risa.