Excelente y cautivadora

El clásico de 1950 es una de mis películas favoritas, por lo que estaba ansioso por ver esta adaptación que, afortunadamente, no me ha defraudado.

No me detendré en la historia que, salvo ciertas novedades (algunas de las cuales muy necesarias para dar mayor lógica a la trama), se mantiene fiel a la ya conocida por todos, y tan querida por mi. Me han gustado, y mucho, las revisiones que la Disney nos presentó en los últimos años, pero echaba en falta una que preservara la esencia del clásico original, como ésta. No obstante, lo anterior no es óbice para la que historia haya sido actualizada a nuestros tiempos, algo especialmente evidente en el tratamiento de los personajes.

Aunque ciertamente maniqueos (algo propio de los cuentos de hadas pero no especialmente realista), están mejor trabajados que en 1950. Se profundiza en la historia de casi todos, dándole mayor protagonismo al príncipe (al que después de más de sesenta años por fin se le ha dado un nombre, aunque no muy regio, todo sea dicho) y a la madrastra, conociéndose de donde viene la inquina que siente hacia la protagonista aunque sin justificarla. En el caso de Cenicienta, es demasiado buena (algunos incluso dirían que es algo tonta) aunque se explica el por qué termina como sirvienta de su propio hogar (a algunos les convencerá más que a otros). Muchos pueden pensar que Cenicienta debería comportarse de otra forma, pero hacerlo sería quebrantar el mensaje de la película e, incluso, la historia tal y como se conoce. Personalmente, entiendo que el carácter de la protagonista no guste a todo el mundo, pero yo me siento identificado con su situación y la forma en la que se comporta por lo que no tengo nada que objetar al respecto y agradezco que la Disney profundizara en la forma en que ciertas personas pueden llegar a manipular y/o despreciar a otras para controlarlas y en una de las reacciones que éstas últimas pueden tener al respecto.

La relación entre Kit y Ella también es mejorada. Ya no es cosa de una noche, sino de varios días (algo que sigue sin ser muy realista pero, como en casi todo romance, no nos muestran relaciones que se prolonguen durante años). Además, ya no es una cuestión meramente física sino más intelectual o espiritual.

Más allá de la historia, esta adaptación viene acompañada de una ambientación, un vestuario y unos efectos visuales sublimes que la ponen al nivel de su inspiración y complican que cualquier otra adaptación en acción real sea capaz de igualarla. El vestuario, especialmente, es merecedor, sin lugar a dudas, del Oscar.

Con respecto a los actores, nada que decir que no se haya sido dicho ya. Cate Blanchett, Helena Bonham-Carter y Lily James están magníficas y amparadas por un reparto del que no hay nada que objetar.

La banda sonora también es preciosa, ambientando a la perfección cada situación que se nos presenta. Además, trae una nueva canción, interpretada por Sonna Rele, así como nuevas versiones de las ya imperecederas "A dream is a wish you heart makes", interpretada por Lily James (Edurne en la versión española), y "Bibbidi-Bobbidi-Boo", interpretada por Helena Bonham-Carter.

Poco más puedo decir sobre la última producción de Walt Disney Pictures que no hayan dicho ya los críticos especializados, más objetivos y conocedores del medio que yo. Reconozco que puedo ser algo subjetivo, pues, como puede comprobarse, la película me conquistó, pero creo que gustara a casi todo el mundo y, en especial, a las personas que adoremos la fantasía y el romance, elementos clave de todo cuento de hadas.