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Kevin Smith es sin duda alguna uno de los mejores guionistas cómicos de la historia. Solo él puede coger el peor día de tu vida y transformarlo en una hilarante comedia. Sus diálogos están a la altura del mismísimo Woody Allen; lo que el de Nueva York ha aprendido de Dostoievski y Bergman, el de New Jersey se lo debe a los cómics y las películas de ciencia ficción.

"Clerks" es una película de ínfima calidad estética debido a su bajo presupuesto y sus pocos recursos (aunque esto añade cierto encanto a la obra), pero la genialidad de la historia y sus personajes, todos ellos bien definidos y perfectamente humanos, lo que los ha convertido en iconos de culto, cubre por completo su lado más flojo.

Dante es la personificación del hombre joven sensato de hoy en día, aparentemente más maduro que Randal, el amigo alocado, y cualquiera de la media de los clientes de su establecimiento. Sin embargo, a lo largo de la película se ve cómo incluso él ha cometido las inmadureces más profundas.

Las palabras de Bob "el silencioso" al final son todo un resumen de, precisamente, esa infantilidad de los hombres que son incapaces de apreciar lo que las mujeres están dispuestas a hacer por ellos.

Además de esto, es una crítica a la juventud que desaprovecha su futuro por escoger la salida fácil. Como una especie de lección divina, Dante paga sus errores por amplificado, lo que le sirve para darse cuenta de ellos. Es cierto que al principio es difícil comprender el humor rebelde y gamberro del director, pero una vez asimilado, o lo odias, o te quedas enganchado para el resto de sus películas del mismo estilo.

A nivel de valoración personal, me gustaría contrastar este film con la ópera prima de otro director de su misma generación, "Reservoir Dogs" (1992) de Quentin Tarantino. Smith logra con incluso menos recursos, los mismos diálogos absurdos y obscenos, pero en mayor calidad y mayor cantidad; además que sustituye la violencia gratuita de Tarantino (Kevin solo tuvo que "cargarse" a un par de personajes) por una reflexiva moraleja sobre la actualidad. La evolución de ambos ha sido claramente diferente, eso sí.

Smith sería la antítesis de Steven Spielberg, en el sentido de que ha logrado crear una película genial gracias a su guión y no por una gran disponibilidad de capital. Todo un ejemplo de cineasta para los jóvenes talentos que tengan buenas historias que contar y quieran probar suerte (últimamente, el cine Independiente es el único que tiene imaginación dentro de EEUU), pues la magia del cine, y del arte en general, consiste en sacar petróleo de los lugares más inhóspitos.