Mucho para poco

Cuando hay que hablar de la buena música o de buena fotografía es como cuando decimos de una persona que es "diferente" o "curiosa" para evitar decir que si no la volvemos a ver nada pasa en el mundo. Y es lo que pasa con esta película que por primera vez en mi vida me ha hecho mirar el reloj en una sala de cine. Uno se pregunta qué pinta Bardem ahí (EL personaje no tiene feeilng con su nuevo amor) y quién ha escrito un guión tan forzado y con tan poca coherencia interna. Si de buscar el equilibrio trata esta historia, lo menos equilibrado es la propia sucesión de escenas. Si era buscar la verdad en muchos lugares, en Roma se da la espalda a cualquier espiritualidad (en todos los planos los personajes dan la espalda al Vaticano o se muestra indiferencia hacia dos religiosas). No sé bien qué pretendía la película pero si bien la filosofía oriental tiene muchas cosas buenas, no es la única y se nota una imparcialidad o quizá ignorancia interesada en quien escribe la novela y/o quien la acaba adaptando a un pésimo guión y aburrido largo, larguísimometraje.