
Zapatero, a tus zapatos
Sin spoilers
A gran parte del público español le entra pavor cada vez que Adam Sandler estrena una nueva película, a pesar de ser uno de los mejores cómicos de la historia reciente y la joya por antonomasia del Saturday Night Live de los 90. Cierto es que la mayoría de sus últimos productos son de una calidad ínfima, culpa del humorista por embarcarse en proyectos que únicamente agrandan su cuenta corriente. El film que nos ocupa no es lo peor que ha hecho, pero tampoco dejará maravillado a nadie.
Sandler interpreta a un zapatero de Nueva York al que un día se le estropea la máquina que emplea para su oficio. Obligado a usar temporalmente un viejo aparato que le legó su padre, descubre que poniéndose los zapatos que le traen adopta el aspecto físico de sus dueños.
Este infravalorado comediante vuelve a protagonizar uno de sus films con elementos mágicos, pero se queda lejos de los buenos resultados conseguidos hace ya nueve años con Click. Uno de los principales fallos es ponerse demasiado serio y olvidarse del humor. La idea inicial es original, pero se acaba perdiendo en una absurda trama de gangsters disfrazada de tonto alegato social. Al menos, los fans nos llevamos una alegría volviendo a ver colaborar a Steve Buscemi con su amigo del alma. Entretiene, que si pensamos en engendros como Jack y su gemela (2011) no es poco.
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