Tus fantasmas me suenan

El hype es la peor enfermedad del espectador cinéfilo. Desde que vi el primer trailer de 'La cumbre escarlata', me quedé enamorado de su estética, de la Chastain, de Hiddleston y de lo que parecía un cuento gótico muy oscuro. Sin embargo, la realidad es algo más descafeinada. Aunque sea visualmente exquisita y sus dos protagonistas estén estupendos, 'La cumbre escarlata' encuentra su mayor fallo en un guión hecho de retazos de mil películas ya vistas por todos: los sustos, la situaciones, los giros, todo es un conjunto de lugares comunes de todo el cine que se atrevió con el cuento gótico anteriormente.

Eso sí, mención aparte y especial necesita Mia Wasikowska y su extrema falta de sangre. No sé a quién se le ocurrió que esta chica tenía que ser una estrella pero todos lo estaremos pagando durante años. Mientras que Hiddleston y Chastain dan un recital (ella en el último tramo es, sin duda, lo mejor de la película), Wasikowska crea el personaje de una muchacha sosa, sin fuerza ni entrega, algo a lo que el cine reciente no nos tiene acostumbrados, lleno de mujeres fuertes y con voluntad propia.

'La cumbre escarlata' entretiene a ratos y seducirá a aquellos que no le pidan más allá de una historia sencilla con un envoltorio preciosista.