El humor y la ironía de Deadpool salvan a Marvel del desastre por esta vez

El Universo Cinematográfico Marvel hace tiempo que saltó su "tiburón" particular cuando abrió la puerta al Multiverso y las diferentes líneas temporales. Una forma fácil de justificar absolutamente cualquier trama, resurrección o cameo de personajes antiguos que han llevado a algunas películas de la franquicia a conjugar efectos especiales con sus guiños a personajes del pasado. Qué se lo digan a Peter Parker, capaz de sacar del formol a Tobbey McGuire.

A su vez, el MCU se ha convertido en algo tremendamente complicado. La compra de Fox por parte de Disney, la integración de los personajes de Sony como Spider-Man, y la aparición de Disney+ con su retahíla de series asociadas han transformado Marvel en una hidra con tantos personajes, tramas y subtramas con las que es muy complicado enganchar salvo que seas un megafan. Personalmente, yo me tuve que bajar hace rato cuando intentaba ver algo y no me enteraba de la mitad de referencias o guiños a algún otro de sus trescientos cincuenta productos.

En este panorama se ha presentado la tercera parte de Deadpool, primera en Disney y, cómo no, con personaje prestado. En este caso, Lobezno. Si estás al día de sus andaduras, sabrás que el personaje de Hugh Jackman murió en la sobresaliente 'Logan'. Pero, como ya hemos dicho, el Multiverso lo soporta todo, y aquí está de nuevo el bueno de Jackman para ponerse en la piel del hombre lobo con garras. Y, como bien dice Deadpool en uno de los gags de la película, "ahora Disney te va a tener aquí atado hasta que cumplas los noventa".

Y es que, afortunadamente, 'Deadpool y Lobezno' ha conseguido convencer a Disney para mantenerse con el rating R y poder meterse todo lo que ha querido con su nuevo dueño. Son precisamente esas bromas, dirigidas al propio Disney, la franquicia y Jackman, y la deslenguada actitud de Deadpool, las que elevan una película que de lo contrario sería otro trámite olvidable dentro del MCU. La trama en sí es simplona, la malvada Emma Corrin no deja de ser un personaje prescindible y todo lo que se sale del carisma de Deadpool y sus bromas da un poquito de pereza.

Sí, también está el tema de los cameos. Imagino que un adolescente de 18 años no conocerá ni la mitad, puesto que alguna de esas películas y personajes se estrenaron cuando ellos ni siquiera habían nacido, pero más allá de la sorpresa inicial -si no te has comido spoilers- la mayoría de ellos no aguantan más que un chiste o dos sobre lo mal que les ha tratado la vida durante todos estos años.

'Deadpool y Lobezno' es, sin muchas dudas, la mejor película de la trilogía, sobre todo porque la aparición del Universo Disney y poder meterse con él -al igual que con Hugh Jackman y sus musicales- abre un abanico de situaciones enorme y la posibilidad de bromas frescas. Al final, la película es en cierto modo como un timeline de Twitter: una sucesión de memes, bromas y frases ingeniosas con algún que otro contenido que se cuela entre medias. Y es lo que precisamente eleva -y salva- la película, que de lo contrario no sería más que otro punto más en el infinito Universo Cinematográfico Marvel.