Pixar nos toca desde dentro.

He aquí otra que se suma a la magnífica aceptación de esta maravillosa película. Tras varios años decepcionantes (aunque yo disfrutara holgadamente de Brave y Monstruos University) Pixar vuelve a obrar su magia. El flexo saltarín se introduce en un lugar que conocemos todos pero que lamentablemente no logramos entender: la arquitectura de la mente humana. Y se introduce magníficamente, con un arcoíris que se despliega sobre nosotros y nos hace reír y llorar al mismo tiempo. Es tan fascinante que dudo que alguien sea capaz de pillar todos los matices en un solo visionado, ¿Quién puede salir de sala sin acordarse de ningún gag hilarante sobre la psique humana? A nadie, absolutamente a nadie que busque ir al cine para emocionarse esta película le dejará indiferente (y eso que momentos divertidos no faltan) . Inside Out es una película que por primera vez se atreve a a hacer reaccionar los intrincados mecanismos de nuestra cabeza, nos hace pensar y sentir simultáneamente . Si una va a ver esta película le recomiendo a aquel que vaya con prejuicios que se abstenga a verla ya que es una película para mirar con el corazón abierto, un delicioso relato de madurez que revindica el valor de la tristeza. Ya sólo por atreverse a tocar conceptos complicados y mostrárselos a los niños de forma sencilla merece mis aplausos. Películas así hacen falta, y más cuando estamos en una sociedad donde los padres sobreprotectores les inculcan ideas falsas a sus retoños, es necesario que aprendan que la vida no es color de rosa, que todas y cada una de nuestras emociones son necesarias y que es importante aceptarlas. ¿No merece la pena sólo por eso? Ah, y traed una caja de pañuelitos, que lloraréis y mucho. Espléndida.