Sandler se marca un Torrente

Siempre asocié a Sacha Baron Cohen como la revolución de personajes polémicos cual Santiago Segura en Torrente y curiosamente me faltaban apenas un par de películas para completar la filmografía del señor Sandler y me encuentro con este Guilty Pleasure en toda regla. Cierto es que no es nivel Torrente, Borat, Dictador o Ali G. El gamberrismo que desprende y el buen rollo que mantiene entre el reparto es demasiado divertido, una cinta sin sentido, bastante surrealista con un guión paupérrimo y ridículo pero tan asquerosamente vulgar con momentos de humor negro que logra romper con algunos tópicos aunque se sobrepase en ellos en algunos tramos con algunos personajes. Samberg se marca un buen papel y logra importarnos de verdad ya que aunque su papel no requiere carisma logras creerte su papel, papel que no te crees es el de Adam que es sobreactuado a rabiar, pasado de roscar pero extremadamente estúpido, lo suficiente como para pasar un rato muy gracioso potenciado por un acierto como secundario llamado James Caan que deja la mejor escena de la película.

Me resulta curioso el giro que pega en el último acto que sin desvelar nada logra sorprender pese a la de situaciones que hay con pinza y los deus ex machina que abundan. Soy consciente de la calidad de la cinta pero esta película para ver entre amigos es sin duda el disfrute máximo. Interesante.