
De Palma sigue jugando
Sin spoilers
¿Es 'Domino' visualmente "extraña", por usar un eufemismo? Sí. ¿Su montaje es "algo caótico", por usar otro eufemismo? También. Es innegable que la última película de Brian de Palma no se encuentra entre sus obras maestras, y que ha sido sometida a todo un proceso de mutilación en la sala de montaje debido a una infinita serie de problemas. Sin embargo, a nivel formal y discursivo permanecen todos los intereses del director de la brillante 'Ojos de serpiente'. Esa fotografía a medio camino entre lo televisivo y el puro cartón piedra se amolda perfectamente a la preponderancia que De Palma, una vez más, otorga a los medios de comunicación en su película. En especial a la televisión, un canal comunicativo que aparece siempre con la violencia como protagonista.
'Domino' es un desastrillo a nivel narrativo y de montaje, siendo una de las películas del cineasta que menos cuida su envoltura. Pero el interior, lo que siempre ha interesado al director, permanece igual de estimulante. Y el responsable de 'Carrie' sigue dejando destellos de su genio, como esa escena filmada a través de un zoom que nos lleva directamente a un despiste que será motor de toda la trama. Un detalle propio de los grandes cineastas, los que son como niños que no se cansan de jugar por jugar.
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