Brillante traslación
Sin spoilers
Hace casi diez años que la ITV, una de las más tradicionales y reputadas productoras de ficción audiovisual británica, estrenó una serie que supuso un éxito notable, "Downton Abbey", rememorando las tradiciones en las clases sociales (y económicas) en los inicios del siglo XX. De alguna forma, era la heredera de otra serie "Arriba y Abajo", donde ya en 1971 la misma productra, ITV, hacía una radiografía de clases en la Inglaterra post victoriana.
En este fresco social, veíamos que todas las clases, de la más alta (el mismísimo Rey de Inglaterra, su esposa y su hija...) hasta la más baja (los fontaneros, el tendero, la cocinera, el limpiabotas...) tenían sus servidumbres, obligados a mantenerse en esa posición a veces incómoda, pagando por cada una de las ventajas que pudiera tener. En esta alegoría de los compartimentos estancos de una sociedad regida en muchos casos por las apariencias y la rumorología popular (y a veces, no tan popular) veíamos a modo de estudio microscópico todos esos personajes evolucionar hacia la mejor y más feliz existencia posible, peleando contra todas las vicisitudes (que no son pocas) para intentar tener una vida plena. Vamos, que el mensaje general de toda esta reflexión, a veces profunda, de la humanidad es que en todos lados cuecen habas. Y aunque te toque ser marqués, seguro que vas a tener que tragarte algún que otro sapo, aunque no quieras. Resulta curioso que esta vivisección de personajes pueda resultar moralmente esperanzadora, mostrando -a modo del mismísimo Huxley en "Un Mundo Feliz"- que debemos admitir y resignarnos al papel que nos ha tocado en la vida, en la que tenemos que seguir un eje y pertenecer a algo más grande que nosotros mismos. Toma castaña, reaccionario que te pasas... pero no por ello menos real, porque al final, si simplificamos los condicionantes temporales y/o tecnológicos, lo más curioso es que este mensaje tiene aún vigencia. Y me temo que lo seguirá teniendo por siempre.
Además de las clásicas historias sentimentales, de relaciones personales y laborales entre cada uno de los sirvientes y señores -los Crowley- de la gran mansión que da título a la película, toda la acción se enmarca en la culminación y confirmación de la nobleza de la casa, ya que el mismísimo Rey de Inglaterra va a visitar con su séquito la mansión y pasará una noche en ella. A partir de entonces, toda la estructura y maquinaria de la poderosa Casa Real británica (sobre todo en esos albores del siglo XX) se pondrá en marcha para que todo salga perfecto. Y para ello no dudará en pasar por encima de todos los sirvientes y mayordomos de la mansión, relegándolos a un segundo plano.
Hay que reconocer que toda la producción y la factura es tan exquisita como la historia que estamos viendo, y todo está cuidado al máximo, cosa comprensible ya que el director también participó en la serie y está de sobra curtido en el medio televisivo. Pero es de agradecer que dimensione e hinche con efectividad el producto para convertirlo en un estreno en salas totalmente digno, sin el regusto rancio de una serie de televisión inglesa (el tópico), sino reconvertirla en una película competitiva en cualquier sala de cine. Es cierto que los arranques son algo titubeantes, pero pasada la primera media hora se añaden una serie de tramas bien elaboradas que se van trenzando con los personajes que ya conocíamos de la serie y que funcionan muy bien. Ignoro si será por la proyección o por la edición de sonido, pero a veces la mezcla de audio no estaba muy bien conseguida, y a la grandeza y elegancia de una banda sonora envolvente y muy propia para el producto, sorprendía la poca calidad y volumen de algunos diálogos entre los personajes, que en algunos casos resultaban verdaderamente complicados de entender (por más que lo que haya que decirse en estas casas se haga susurrando).
El caso es que mi escepticismo inicial a la hora de ver la película se fue difuminando poco a poco cuando terminé por encontrarme con una película interesante, con recovecos más profundos de lo que pudiera pensarse en un primer momento, y con personajes bien construidos, amén de estar representados por excelentes actores, unos rescatados de la serie y otros nuevos que también encajan a la perfección. En el marasmo multiformato en que se ha convertido la producción audiovisual, y en el que se trasvasan historias, personajes y tramas de la televisión al cine, a los canales de youtube, a las histories de instagram o a los memes de whatsapp, ésta es una muy digna traslación de la televisión al cine, algo que actualmente suele ser al revés, pero que en este caso, ha funcionado a la perfección.
Crítica eCartelera
'Downton Abbey': Regocijo emocional al servicio de los fans
Críticas de los usuarios
federicocasado
Hace casi diez años que la ITV, una de las más tradicionales y reputadas productoras de ficción audiovisual británica, estrenó una serie que supuso un éxito notable, "Downton Abbey", rememorando las tradiciones en las clases sociales (y económicas) en los inicios del siglo XX. De alguna forma, era la heredera de otra serie "Arriba y Abajo", donde ya ...Leer más
Críticas de los medios
The Wrap
Un episodio densamente lleno de dos horas que consigue tocar las vidas de todos los personajes principales (y hay más de dos docenas) y unir lo que equivaldría a una temporada de historias.
Indiewire
El principal atractivo de 'Downton Abbey' es vivir en esa era, beber de cada pequeño detalle, y pasar tiempo con viejos amigos.
The Hollywood Reporter
Downton 2.0 es literalmente más grande, extensa, incrustada de lujo, puntuada con más tomas de dron y pompa monárquica, y tiene a todos los principales miembros del reparto de vuelta en su sitio.
Screen Daily
Los fans de la duradera serie dramática de época de ITV sin duda abrazarán este spin-off, que representa un paso adelante en espectáculo visual fastuoso mientras mantiene la cómoda familiaridad de los temas y el estilo de la narración.
Empire
Dulce drama que no exige demasiado para la gente que ya sabe que le gusta, esta es una representación nostálgica y optimista de una Inglaterra que nunca fue, seguramente, tan inocente.
Variety
Como serie, 'Downton Abbey' crecía, dando a los espectadores el drama y el caos que querían antes de la resolución de los conflictos en el final de temporada. Aquí, solo hay tiempo para las resoluciones, incluso antes de que pase el drama.
New York Post
Jullian Fellowes estaría mucho mejor escribiendo otro especial de Navidad relajado para satisfacer a los fans.