
El Caballero Nolan
Sin spoilers
Todavía recuerdo la impaciencia que tuve a que llegase el verano del 2008. Hacía tiempo que no sentía el gusanillo ése interno, que tenemos los que nos declaramos enfermos de esto que se llama cine.
Batman Begins, sin ser perfecta, abría camino a una nueva forma de hacer cine de superhéroes, y lo hacía desde la supuesta realidad. Una cosa sorprendente viniendo de un director que coqueteaba con lo onírico, ficticio y paranoide. Esa inclinación a lo demencial, cobra forma y fondo en El caballero oscuro.
Begins se centró en darle origen al héroe, a justificar cómo un hombre dedicará su vida a algo tan extremo. El film era notable, pero no redondo, y eso, Nolan lo sabía, de ahí a poner toda la carne en el asador con su segunda entrega. Y para ello, recopiló lo mejor del personaje, como la obra imprescindible de Frank Miller.
En el primer film, Nolan, tenía que agradar a muchos, principalmente a la Warner, la cual tras el buen resultado de ésta, dio libertad creativa y presupuestaria al director inglés. ¿Y qué ocurre cuando pasan esas cosas? Pues que acaban saliendo obras sobresalientes. Nolan quería su Padrino segunda parte, El imperio contraataca o Terminator 2, particular. ¿Quién dijo segundas partes nunca fueron buenas? Hay casos en las cuales mejoran el original.
Nolan se nutre de un reparto de lujo solvente donde los haya, un guión sólido y bien construido, una historia en continuo in crescendo, una tecnología soberbia y como no, unos personajes a los que estrujar lo mejor de ellos.
El reparto es sensacional, pero queda eclipsado por la intensidad del Joker/Heath Ledger. Un Joker para la leyenda. Hay gente que ha sido muy injusta, al tachar de sobrevalorada la actuación del malogrado interprete debido a eso precisamente, su muerte. ¿Qué el film recaudó tantos millones beneficiado por el morbo de su desaparición? ¿Qué ganó el globo de oro, oscar y demás cómo tributo póstumo? La verdad nunca la sabremos, y menos con estos caprichosos del otro lado del charco, tan dados a crear dioses y monstruos de usar y tirar.
Interesante resulta ver, que la determinación de Bruce Wayne, de convertirse en un justiciero enmascarado, tiene un efecto directo e inversamente proporcional a sus buenas intenciones. Si un tío sale disfrazado de murciélago a hacer lo que le place por la noche, con el beneplácito de la policia ¿quién pude frenarme a mi? Debió pensar lo mejorcito de cada casa.
Aún siendo un gran guión, Nolan parece querer esculpir cada diálogo trascendental, cada aforismo pensante, como si de máximas imperecederas se tratasen.Todo funciona como un reloj, quizá demasiado, sin dejar de fallar en ningún momento y no dando pie a que el malo de la función también tenga un mal día o traspié. Menos mal que su final deja ciertamente un poso amargo, aunque con cierto tufillo triunfalista.
El caballero oscuro, es un film existencialista. Nolan le preocupa la causa y efecto, la acción y reacción de las decisiones y situaciones, el devenir, el género humano como artífice de todo cuanto le sucede, la anarquía inherente de cada individuo, las urbes de acero y cristal impávidas y amenazantes que subyugan a los individuos, encerrados en el corral de lo socialmente establecido, con el fino alambre que los separa de dar rienda suelta a su naturaleza animal. Y en todo ese ejercicio nada fácil, el inglés sale muy airoso del envite.
En la vertiente más negativa, decir que existen unos cuantos gazapos, propios de que no todo se puede controlar en tamaña producción; un montaje en ciertas secuencias no muy logrado, con refritos de otras tomas; algún secundario incomodo en sus roles y una Rachel con la cara de Maggie Gyllenhaal, que aún siendo mejor que Katie Holmes, sigue sin convencerme. Un estatismo de Batman en las peleas cuerpo a cuerpo, que sigue adoleciendo el personaje Y, quizás, la secuencia del secuestro de los ferrys, sea por su natural y obvio desenlace, la que menos satisface y que hubiese tenido una resolución en nuestra vida real, ciertamente distinta. Nolan apuesta de nuevo por el hombre.
Todo esto no desluce, para un film que crece con el recuerdo, con secuencias como la apertura con el atraco al banco, la persecución en los túneles o la interpretación del Joker, amarga, turbada, nihilista, que hace que con su presencia en pantalla, el film gane enteros. El caballero oscuro se ha colocado por derecho propio (y taquilla) en un lugar de la historia del cine, con un film dedicado a un héroe de comic, dando por fin el salto de calidad que el medio merecía desde hacía mucho tiempo, ante tanta adaptación basura y mediocre. Larga vida al señor de la noche.
Críticas de los usuarios