El cuento de la princesa Kaguya

Érase una vez un pareja de honorables ancianos que no pudo tener hijos. Un día, el anciano, que es cortador de bambú, fue al bosque a talar unos cuantos tallos para trabajar y vio que uno de ellos se iluminaba. Al abrir el bambú se encontró con una frágil muñeca, era la princesa de la luna. Cuidadosamente, llevó al pequeño bebé junto a su esposa. Ambos decidieron criarla como su fuera su propia hija y, al ser un regalo de los dioses, le llamaron Kaguya. La pequeña crecía tan rápido como el bambú y cuando se convirtió en una bella y joven doncella, fue pretendida por varios ilustres y gentiles hombres de todo el país. Sin embargo, la princesa Kaguya no deseaba casarse y, por ello, a cada pretendiente nuevo le enviaba una misión prácticamente imposible de realizar a cambio de su mano. Su hermosura era tan grande como la melancolía que llevaba dentro. Se trata de una gesta antigua, del crimen de una princesa y su castigo.