
Forrest Gump meets Amelie
Sin spoilers
Si, sin duda te conmueve. Evidentemente, te fascina. Incluso te deslumbra por su barroca concepción visual y su impecable técnica, que genera unos ambientes mágicos realmente deslumbrantes. Pero la sensación de "deja-vù" es demasiado evidente: Button parece el primo de Forrest Gump, y lo mismo que el famoso retrasado corredor, hace una visión -con voz en off incluida- de todo el trasiego del siglo XX, solo que comenzando justo después de la Primera Guerra Mundial. Lo extraordinario de ambos personajes va a marcar el desarrollo de la historia, ya que en el caso de Button parece que el tiempo corre al contrario de los demás mortales, rejuveneciendo cada vez que cumple años. La metáfora que Fitzgerald realizó en su relato original, para unir a una pareja en el ecuador de sus dos trayectorias vitales (una hacia adelante y la otra, paradójicamente, hacia atrás) está muy bien trasladada a esta película que narra una de las historias de amor más insólitas de la historia del cine, con gran delicadeza y ternura. La mutante Cate Blanchett -que puede ser bellísima u horrorosa, según le venga en gana- encarna a la perfección a la problemática chica de la película, rebelde, aventurera, luchadora y libre, mientras que el progresivamente rejuvenecido Button no es nada más ni nada menos que Brad Pitt, demostrando con creces su calidad como actor a cada plano, a cada mirada, con cada movimiento y gesto, mucho más allá de su evidente belleza. Ni que decir tiene que siendo Fincher el director del film, la película arroja un espectacular resultado visual, como todo su cine, pero aqui se ha utilizado una narrativa que se parece sospechosamente a la empleada por otro creador impertérrito en el cine, Jean Pierre Jeunet. Toda la lírica visual parece sacada de "Amelie", en sus maravillosos tonos ocres, y en "Largo domingo de noviazgo" en muchas secuencias de la Primera Guerra Mundial y en el desarrollo argumental de varias secuencias en las que el narrador adopta una posición suprahumana para observar como un científico el microscopio, la evolución de la humanidad. No obstante, estamos ante un film de gran entidad, gran metraje (casi 3 horas) y un impecable diseño que ya le ha valido varios premios y nominaciones (incluida 13 a los Oscars de Hollywood). De acuerdo, es muy bonito... pero los dos productores habituales de Spielberg, Frank Marshall y Kathleen Kennedy, han sabido crear una película a la medida de los Académicos, dulcificando el cine de Fincher (recordemos que es el director de películas tan crueles como "Seven" o "El Club de la Lucha") y utilizando su habilidad visual para envolver una maravillosa historia de amor de los perfectos oropeles.
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