Un poco trampa... no es Vikingos

Tenía las expectativas un poco altas, la verdad. Se nota de sobremanera que es una película de autor al que le han cortado un poco las alas. Destacar especialmente la fotografía, la ambientación, los increíbles escenarios y sobretodo la acción y brutalidad.

Eggers logra conseguir meternos de lleno en una época vikinga como nunca se ha visto en series/películas. A los fans de los videojuegos, lo más parecido sería el espectacular Hellblade: Senua's Sacrifice. Esa ambientación oscura, psicológica, cargada de mitología y fantasía tan poco conocida de los vikingos a los que siempre hemos reconocido su salvajismo y brutalidad. En este sentido el director muestra su sello como bien hizo en La Bruja (2015).

Sin embargo esto es precisamente lo que se pierde en buena parte del final de la película, cuando empieza a cojear y volverse más pesada y lenta. Pierde esa esencia de película de autor y se convierte en la típica película de venganza sin más. Me ha parecido un poco a lo que viví con el Renacido (2015), una película espectacular pero lenta.

Para los indecisos, no es Vikingos (ni el Rey León) pero es disfrutable y recomendable.