El valor de unas tablas

"El jugador de ajedrez" es una excelente muestra de cine clásico, algo que se agradece cuando se narra una historia de amor, desamor y supervivencia en un contexto histórico. Basada en la excelente novela de Julio Castedo del mismo título, Luis Oliveros conduce la historia con ritmo y el adecuado acento estético, apoyado en una gran puesta en escena; los actores, de distintas nacionalidades, están impecables, y la música es sencillamente magnífica.

No pretende impresionar, ni revolucionar, ni siquiera denunciar las atrocidades que tuvieron lugar en aquellos años, sólo poner en imágenes veraces la historia de un hombre bueno envuelto en dos guerras y sus consecuencias fatales.

Diego Padilla, el protagonista, es un gran campeón de ajedrez, y aunque pueda ganar todas las partidas, sabe que a veces en la vida conviene ceder unas tablas.