Remakes con sentido

Creo que no soy el único que ha salido sorprendido de 'El libro de la selva'. Porque he sido un gran escéptico del proyecto desde que se anunció, ya no solo porque el clásico de Disney no era de mis favoritos, sino porque una película protagonizada casi enteramente por animales hecha en acción real me tenía poco atractivo. Me equivoqué por completo. Lo primero, me equivoqué con lo de los animales. El equipo técnico de esta película ha llevado lo que puede hacer un ordenador a otro nivel. Casi todo el rato consiguen que el ojo se vea engañado por unos escenarios impactantes y por unos animales que, además de ser adorables o fieros, tienen hasta el más mínimo detalle para rozar el realismo absoluto. Abruma ver cómo los ojos de los lobos o de Bagheera brillan en la oscuridad con una profundidad alucinante. Pero no solo es el trabajo técnico la razón para que este remake exista. Jon Favreau ha conseguido actualizar la historia y darle una solemnidad, una profundidad y un dramatismo que el cuento animado no tenía y que hace que niños y mayores de 2016 conecten con la historia de Mowgli y vibren con su aventura. Todo de una forma ágil y muy entretenida, y con un reparto de voces (en la versión original) perfecta para que Bill Murray sea el mejor Baloo, un guasón con mucho corazón, o que Scarlett Johansson nos hipnotice como Kaa, o que Lupita Nyong'o sea una pedazo de madre loba. Sí, era un escéptico con este remake en acción real, y con muchos de los que ha anunciado Disney. Me equivoqué con este, y me da que no va a ser el único con el que me sorprendan. Y oye, yo encantado. Si han encontrado la clave para actualizar sus clásicos al público de hoy, como parece que lo han hecho, que vengan todos los que quieran.