Desgraciadamente, el mundo no es suyo

Hacer una película hoy día en España es una proeza. Pero hacerla en Andalucía, roza ya el límite de lo imposible. Por ello que "El Mundo es nuestro" haya llegado a la gran pantalla ha sido un esfuerzo titánico digno de admiración, una iniciativa que empezó hace ya varios años en internet, generando millones de visitas y una masa crítica de potenciales seguidores dispuestos a seguir las aventuras de "El Cabeza" y "El Culebra" en sus particulares andanzas y su forma de entender la vida. Se lo han currado a base de bien, y han conseguido hacer realidad la entelequia del "crowfunding", las micro aportaciones de muchos seguidores que se han convertido en productores del film. Todo esto es muy bonito, resulta muy entrañable y realmente merece un reconocimiento y el aplauso por haberlo conseguido pero... ¿y el resultado? Más allá de buenrrollismo que pueda despertar este proyecto hecho realidad, más allá de la solidaridad de hacer algo en común... ¿cuál es el resultado?

Tanta expectativa ha generado este primer largometraje de Alfonso Sánchez -alma mater de la productora Mundo Ficción y guionista, productor, director y coprotagonista del film- que era muy complicado dar en la diana... aunque al final lo ha hecho parcialmente. Tomando como punto de partida "Tarde de Perros" de Lumet, pero añadiendo elementos barriobajeros a través de sus dos singulares personajes -que atracan un banco vestidos de penitentes-, la cinta evoluciona demasiado previsiblemente, y el trazo empleado en dibujar la galería de personajes -el director del banco, el empresario mafioso, el interventor gay, el parado chapucero, la funcionaria...- ha sido demasiado grueso, tanto que no encaja en la clave de realismo y conciencia social que intenta generar desde el principio de la historia de manera más o menos obvia. Habría sido mucho mejor llevarlo todo al absoluto extremo y haber hecho casi un cómic, con personajes absolutamente maniqueos, porque es precisamente cuando la película alcanza este nivel cuando funciona a la perfección.

En muchos foros se ha hablado de Tarantino a la hora de comparar parte del tono del film, pero hay una diferencia realmente fundamental entre las películas de D. Quentin, y la de D. Alfonso: la dirección de actores. Mientras que el director de Knoxville domina cada línea de diálogo dentro de cada personaje, y su dirección de actores es ejemplar desde su primer film -véase "Reservoir Dogs", en la que todos los intérpretes son de primera división, además de estar gloriosamente dirigidos en cada plano-, el director sevillano no ha podido mantener uniforme la calidad actoral en toda la cinta, que en muchas ocasiones roza lo puramente amateur y son poco creíbles -eso sin hablar de muchos diálogos que resultan realmente incomprensibles, bien por el sonido directo, bien por lo cerrado del acento de barrio sevillano (y esto lo dice un sevillano...imagínate un madrileño, un gallego, un vasco o un catalán)-. Por eso es realmente difícil mantenerse dentro de la historia, ya que uno no termina de tomársela en serio. Evidentemente, estamos hablando de una comedia y de lo que se trata es que todo se torne un gran guiñol y se ironice de principio a fin... pero es que así no funciona. Ojo, no quiero decir que no funcione como comedia -que tiene momentos realmente divertidos, como los videos realizados con el móvil por la periodista secuestrada o el apoteósico desenlace final...- pero como bien dijeran genios de la comedia como Billy Wilder o Berlanga, no hay que tomarse nada más en serio que una buena comedia. Y da la impresión que en muchos casos se han dejado demasiadas cosas al azar, la maquinaria no funciona como debería funcionar en una comedia, es decir, a la perfección.

Me ha dado la impresión que Alfonso Sánchez ha sido, a pesar de todo, demasiado conservador a la hora de incluir elementos nuevos en la ecuación del atraco al banco: los lugares comunes de este tipo de películas -desde la ya citada "Tarde de Perros", que es el referente directo, hasta la ingenua "Atraco a las tres", con la que comparte también bastantes claves...- resultan algo tópicos y solamente cuando arriesga de verdad, es cuando el invento funciona, a pesar de los localismos que terminan por asfixiar la historia. Desgraciadamente el tono general no llega a esa originalidad y frescura que todos esperábamos.

No obstante, vaya mi felicitación por el valor -suicida, en algunos casos- de llevar a la gran pantalla una historia como esta, que podría haber tomado otras directrices mucho más interesantes que el propio robo al banco con rehenes -volviendo a Tarantino, recordemos que en "Reservoir Dogs", precisamente lo que no vemos es el robo al banco, y si vemos los prolegómenos -que nos describen perfectamente a todos los personajes- y los resultados del atraco -en todos los sentidos, adaptándose a los caracteres de cada uno de los personajes y a su particular visión del mundo...-.