El señor de los anillos

Cuando vi la primera película de la saga del anillo en los cines fue el momento más increíble que viví en mi infancia. Tras ello, ir a ver las dos siguientes entregas en pantalla grande se convirtió en una peregrinación de perfectos resultados. Peter Jackson consigue trasladar todo el universo de Talkien a la gran pantalla con esta película. El señor de los anillos tiene todas esas virtudes que le faltaron a El Hobbit, con la cual calló en el error de lo digital y lo infantil e innecesario, creando un videojuego más que una película.

Todo lo que aparece en pantalla está creado exclusivamente para la tierra media, cada espada, cada empuñadura cuando una historia y tiene un propósito que el espectador no ve de manera individual pero comprende a nivel global. Si todo esto es perfecto, a nivel interpretativo se consigue que todos estén en perfecta sintonía con su personaje literario. Se habla mucho del récord de Oscar que consiguió El retorno del rey, pero todo el mundo se olvida de que ninguno de sus actores se llevó el premio interpretativo, algo que Ian Mckellen, Sean Astin o Vigo Mortensen se habrían merecido sobradamente. Como punto final, esa música, una banda sonora que es y será historia viva junto a otras partituras como la de Jurassic Park o Star Wars.