El Infierno en las aulas

Gus van Sant volvió a regalar al público una nueva muestra de cine independiente con esta arriesgada y sobrecogedora historia acerca de lo que podría tratarse un día corriente en la vida de un grupo de jóvenes y su visión del mundo a través de los ojos de una serie de personajes marginales que viven día a día luchando por seguir adelante con sus miedos y convivir con ellos. El microcosmos que supone el instituto de secundaria queda perfectamente recreado a través de interminables planos secuencias que sirven para que conozcamos de primera mano las relaciones entre todos y cada de los personas y como es su día a día hasta el momento en que todos ellos convergen cuando se desata el terrible final.

La primera parte de la obra funciona a la perfección como película costumbrista. Los actores no profesionales dan a la historia ese halo indie que supura la película por doquier, llegando a sentirte identificado con ellos y temiendo que cuando llegue el terrible final al menos algunos de ellos no sufran. Para dar paso al segundo acto las nubes negras harán las veces de telón y cuando el cielo se torne gris significará que la tormenta ya está aquí.

Aunque bien podríamos dictaminar que en Elephant el clímax podría funcionar a parte, es gracias a él al que debemos la triangulación de una historia que lejos de ser tachada como perfecta debido al trasfondo real que ello supondría. Dispuesta a removernos a entrar en nuestro interior a removernos las entrañas, si la finalidad del director fue la de no dejar a nadie indiferente estoy más que seguro que con ello lo consiguió, pues la historia da pie a la reflexión y a la autocrítica.

Van Sant ideó la obra como un documental para televisión sobre Columbine, pero pronto cambió de idea y prefirió realizar esta representación no exenta de lirismo para la cual fue escribiendo el guion sobre la marcha y dio margen de improvisación a los actores con la finalidad de captar la inocencia y frescura que aportaron unos debutantes tan magnánimos.

Su mirada a este infierno en la tierra fue más que reconocida con la entrega de los más que prestigiosos galardones del Festival de Cine de Cannes a la Mejor Película y el Mejor Director.