Crítica de "En realidad nunca estuviste aquí"
Sin spoilers
-Hipnótico e incómodo. Uno de los thrillers con más personalidad e impacto del año.
-Su puesta en escena es vibrante y Phoenix hace otra interpretación memorable.
"You Were Never Really Here" es el regreso de Lynne Ramsay con su identidad intacta y sus formas mucho más maduras. La cineasta se apoya muy ligeramente en la novela homónima de Jonathan Ames para arrojarnos hacia una profunda pesadilla estilística en la que las imágenes y los sonidos dan forma al contenido. Su herramienta principal, además de centro gravitacional de la propuesta, es Joaquin Phoenix, esa infravalorada bestia interpretativa a la que no se le resiste nada, y que aquí encarna a Joe, uno de esos personajes rotos, solitarios y atormentados propios de las películas de Ramsay. El viaje que les espera desde aquí a los espectadores es sin duda uno de los más directos a la yugular que vayan a vivir esta temporada. Pero no se dejen guiar por las típicas frases de marketing que nos anuncian una de las mejores películas del año. Este no en un thriller que disfrutar, es más bien todo lo contrario, un noir incómodo que nos hace preguntas con respuestas que no nos van a gustar. Están avisados.
El argumento está reducido al mínimo aceptable, todo lo necesario lo encontramos en el cuerpo de Joe, en esa biografía hecha de cicatrices y fracturas, en su mirada vacía, en su deambular violento con el que recorre su camino hacia la deshumanización absoluta, hacia la nada. Joe es un veterano de guerra, un alma frágil y demacrada que ahora avanza a golpe de martillo castigando a tratantes de blancas por un buen precio, un sicario, un antihéroe cuya mente y espíritu se hallan definidos por sus heridas físicas, un cuerpo sin alma engendrado en la violencia e incapaz de salvarse a si mismo, en busca de un objetivo que le permita sobrevivir. Ese es Phoenix, en una de las interpretaciones más fabulosamente insondables y orgánicas del año, toda ella lenguaje corporal. La palabra brilla por su ausencia, Ramsay prefiere que sean sus imágenes las que hablen, centra toda la fuerza del relato en la corporeidad de Joe y desarrolla la relación con su madre en apenas tres escenas, siendo la última de ellas la más hermosa de la película, en la que Joe acepta su responsabilidad y emprende una redención vengativa al mismo tiempo que un descenso a los infiernos. Un ataque kamikaze que le llevará a caer en un agujero aún más profundo para resignarse con el sol del mediodía.
El viaje de Phoenix/Joe está guiado por una narrativa rota e in medias res, la cámara cercenadora de Ramsay, el excelente montaje de Joe Bini y el asfixiante trabajo de sonido de Jonny Greenwood, guitarrista de Radiohead y colaborador habitual de Paul Thomas Anderson. Con esos recursos la cineasta nos hace participes del mundo en el que vivimos. Un mundo cruel en el que las emociones que nos hacen humanos nos hacen también débiles, un mundo que crea o aprovecha personas inestables en su propio beneficio para luego repudiarles cuando no son necesarios y dejarles intentar sobrevivir con sus traumas persiguiéndolos. "You Were Never Really Here" mezcla lo real con lo imaginario creando la insignificancia de cualquier acción y la inexistencia de consecuencias. Un absurdo demasiado real, a golpe de martillo.
Crítica eCartelera
'En realidad, nunca estuviste aquí': Como una pesadilla de la que no podemos despertar
Críticas de los usuarios
cuentate
Cine: contar una historia con imágenes. Y hacía muuuuucho que una película no lo conseguía. Casi no hay líneas de diálogo. Esto es cine.
La historia es muy dura y desagradable por momentos pero está tan bien contada que no puedes dejar de interesarte.Leer más
federicocasado
Cuando uno ve esta película, es como si alguien le zarandeara a lo bestia, como para que nos despertáramos de una vez del sopor emocional que tenemos ante la sociedad que nos rodea: lejos de la falsa comodidad de los programas de entretenimiento de la televisión, de la música insulsa de los ascensores y los centros comerciales, de la ropa low cost con ...Leer más
Sansangue
A mí, que particularmente me gusta un largometraje que me sirva para leerme a mí misma, me fascina lo que ha hecho la directora Lynne Ramsay con 'En realidad nunca estuviste aquí'. Tiene un protagonista que puede parecer un desalmado y, en verdad, se encuentra desarmado por su pasado y defendiendo unos valores, todo ello encauzado por una exquisita ...Leer más
DanielMendez
Típica película con buena crítica que provoca que la gente no se guie por los críticos para decidir las películas que va a ver. Porque la peli es rara de cojones, lenta, donde la mitad de cosas las tienes que imaginar.
Supongo que cada uno interpreta lo que quiere. Pero cuidado. Es bastante peñazo.Leer más
alesnake22
-Hipnótico e incómodo. Uno de los thrillers con más personalidad e impacto del año.
-Su puesta en escena es vibrante y Phoenix hace otra interpretación memorable.
"You Were Never Really Here" es el regreso de Lynne Ramsay con su identidad intacta y sus formas mucho más maduras. La cineasta se apoya muy ligeramente en la novela homónima de ...Leer más
Críticas de los medios
The Telegraph
No es exactamente una experiencia para disfrutar, pero es capaz de volverte loco.
Variety
Ramsay ha hecho películas más exultantes sensualmente, pero esta puede que sea su mayor logro formal: ningún corte o plano sobra o es superfluo.
The Playlist
"Como en una de las primeras obras de arte de Scorsese, Ramsay logra un tipo de sorprende sinergia con su estrella. Joaquin Phoenix (una vez más) vuelve a una dar una magnética actuación sin dificultad"
The Guardian
Es una película que se balancea perpetuamente en el límite de la alucinación, con imágenes horrorosas y momentos horribles apareciendo de repente de entre la niebla. Este movimiento va mucho hacia fuera y hacia dentro, a un pantano de recuerdos reprimidos que nunca están del todo unidos o comprendidos, incluso cuando la violencia extrema avanza.
The Guardian
"El fantasma de Travis Bickle aparece en esta este horrible e interesante drama psicológico de Lynne Ramsay, caracterizado por una inquietante y tintineante selección musical de Jonny Greenwood y protagonizado por (...) un barbudo Joaquin Phoenix."
The Hollywood Reporter
Este trabajo estilístico intoxicante está por todos lados, un desastre a ratos tan arrebatador que te da escalofríos. Desafortunadamente, a veces también es plana y tonta.
El Mundo
"The proposal of the director of 'We need to talk about Kevin' repeats the feature of the violents , dulls, sterilizers, savages "thrillers" that here will starts up the genius of 'Drive', by Nicolas Winding Refn. This time, however, all sounds too luxurious"