
Esperaba algo más sobrio
Sin spoilers
Michael Mann me es un director familiar, he visto gran parte de su filmografía la cual me agrada bastante, alcanzando la cumbre con Heat y lo opuesto con su anterior experiencia ante las cámaras, la prescindible Miami Vice(Corrupción en Miami). Así que para una nueva incursión en el cine de gangsters y con los dos roles opuestos propios del género uno deseaba fijar su referencia en la mencionada Heat, con aquel ya mítico duelo interpretativo entre Al Pacino y Robert de Niro, breve pero intenso.
En este caso, como ya digo, nos encontramos con los personajes del legendario John Dillinger, un carismático y legendario atracador de grandes bancos en la época posterior a la gran Depresión, bien interpretado por Johnny Depp, y el agente del FBI Melvin Purvis, interpretado por Christian Bale, el cual dedica sus esfuerzos en darle la caza. Un filón este duelo actoral poco aprovechado por la falta de peso del personaje de Bale, ya sea por las carencias que tienen sus intervenciones o por esa pose continua estilo Batman, sobre todo Begins- uno que no se quita la sombra alargada del hombre murciélago-. Por su parte Depp ralla a buen nivel, con un personaje que se presta a sus virtudes y que destaca por su verborrea y por cierta ética en sus discutibles acciones para conectar con la audiencia.
Pincha un poco también al encontrarnos con un argumento demasiado situacional apoyado en un ritmo vivo, y no acelerado, que nos mantiene entretenidos sin llegar a la pesadez a pesar de su larga duración pero que se aleja del más pausado y descriptivo de trabajos de Mann de los 90 que yo encontraría más adecuado para este tipo de historia.
Y aunque además destaca una muy buena realización, que peca eso sí un poco de abusar del plano corto sobre todo en el primer tramo del filme, una cuidada producción y dirección artística, con una ambientación espectacular de todo lo que se nos muestra: las calles, los coches, el vestuario, las armas... y unas magníficas escenas de acción ya sea por los planos, los efectos, el sonido de los disparos y desperfectos ocasionados y si de añadido hay una acertada banda sonora tenemos un conjunto tremendamente realista que nos atrapa en el ambiente de la época pero que ante una introspección practicamente nula en la mente de los personajes resulta frío y no deja pegada.
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