Wong, Kar y Wai

Este largometraje surge de la necesidad de Michelangelo Antonioni para producir su cortometraje sobre la sensualidad ya en sus últimos años de vida. Y la propuesta no podría resultar más atractiva, pues se le unieron al equipo Steven Soderbergh y Wong Kar-Wai.

Nada más lejos de la realidad. Como suele pasar en este tipo de películas dirigidas a varias manos, parece que las virtudes o los defectos de unos eclipsan a los otros.

Antonioni nos cuenta en 'The Dangerous Thread Of Things' la historia más superflua que haya visto nunca. O eso, o su sentido está tan bien escondido como el de '2001', cosa que dudo. Da la sensación de que estaba pensada exclusivamente para un cortometraje, y tener que alargarlo a mediometraje le pasó factura. El resultado son largas tomas que no hacen más que ralentizar el metraje, aburrir y, finalmente, ganarse el rechazo del espectador.

'Equilibrium' de Soderbergh tampoco da la talla, aunque tampoco es para arrancarse los ojos. A pesar de que la historia tiene su encanto, y juega con algunos tonos muy buenos, la trama cojea, le falta sentido; parece, otra vez, alargada en exceso para adaptarla al tiempo establecido.

Pero un proyecto con tres grandes nombres no puede fracasar tan fácilmente. Y no lo hace. Wong Kar-Wai explota todo su talento, aprovechando que se encontraba en pleno auge creativo (venía de hacer sus dos grandes obras, 'In the mood for love' y '2046'), para contarnos una historia que lleva impresa su marca personal desde el primer fotograma. Sutil, tierna, conmovedora, hermosa, triste... 'La mano' es una obra maestra concentrada, que parece ser que, visto las pifias que habían hecho sus compañeros, decidió estrenarla posteriormente también por separado.

A pesar de que la primera hora es prescindible, la razón para ver este experimento tiene tres palabras.