Riéndose de los tópicos

Cuando uno ya ha visto tres películas de Paul Feig antes de Espías sabe el humor que se va a encontrar por lo cual no es nada nuevo. Siendo sincero vi la película más por el seguimiento que le tengo a Jason Statham que por otra cosa ya que Melissa McCarthy más allá de su sorprendente papel en St.Vincent no me parece buena actriz y mucho menos graciosa. Paul Feig se mete en el género de espías como tantas películas se han metido este año y lo hace riéndose de muchos tópicos gracias a la brillantez del guión en algunos momentos donde McCarthy si logra sobresalir y sacar alguna carcajada pero no es más que eso. Un pasatiempo simpático que con un toque adulto logra reírse de cosas que hemos visto mil veces, a veces resulta talentosa y otras cargante, más la segunda opción que la primera sinceramente. Los actores secundarios cumplen aunque se les nota poco curtidos en esto del humor, sobretodo a Statham, bastante sobreactuado aunque divertido su papel en varios momentos, deciros que hay escena post-créditos con el incluido. El guión no tiene sorpresas que realmente merezca la pena y sorprendan pero no da grima ver una historia bastante interesante aunque evidentemente falta de originalidad. Al igual que sus anteriores películas, Feig sigue en su línea ni mal ni tampoco sobresaliente, sino un director que sabe dotar de personalidad a sus películas y arrasar en la taquilla norteamericana que ese es el propósito principal de esta cinta y de lo que llegará con Los cazafantasmas. Interesante.