
Péplum dedicado a Tony Scott
Sin spoilers
Hace unos meses Darren Aronofsky estrenó una cinta bíblica que causó bastante polémica por alejarse tanto del relato e introducirle mucha fantasía. Pues bien, ahora Ridley Scott dedica otra cinta al cine bíblico haciendo todo lo contrario, dando la mayor verosimilitud posible, tanto que todo lo increíble lo trata de justificar científicamente.
Dos visiones totalmente diferentes, igual de polémicas y criticas al igual que entretenidas y espectaculares a mi parecer. Me parece realmente absurdo comparar la cinta de Scott con otras cintas de Moisés ya que están realizadas en épocas distintas, duraciones diferentes y enfoques más profundos como Los diez mandamientos o directos como el caso del príncipe de Egipto.
Ridley en vez de dar énfasis a la historia bíblica, profundiza más en la relación entre Moisés y Ramsés, sacando lo mejor de dos grandes actores como Bale y Edgerton.
Si bien es cierto que desaprovecha por completo a Sigourney Weaver y Aaron Paul, que lo justifico si hay un montaje del director porque hay muchos saltos temporales que dejan confuso al espectador especialmente al final. Aún así Ridley te envuelve en su atmósfera trasladándote al antiguo Egipto con una puesta en escena digna de oscar y una banda sonora épica sorprendente de un Alberto Iglesias al que no conocía.
Scott dedica la película a su hermano y da su visión de una manera más adaptada a la realidad. Es densa como toda historia bíblica pero entretenida e impactante por momentos. No busques un Gladiator porque esto es diferente y menor pero muy disfrutable. Notable.
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