
Buen material, poco cine
Sin spoilers
'Fences', una de las nueve nominadas a mejor película en los Oscar 2017, es básicamente una obra de teatro filmada en escenarios reales. La película, dirigida por Denzel Washington, está basada en el libreto para escenarios ganador del Pulitzer escrito por August Wilson, y se ambienta en Estados Unidos durante los años 50 para hablarnos de las experiencias, los sueños rotos y los problemas familiares de un matrimonio afroamericano.
El material de Wilson ofrece una plataforma de excepción para los actores protagonistas, Washington y Viola Davis (que retoman para el cine los personajes que ya interpretaron en Broadway), dándoles cancha para realizar sendas interpretaciones impresionantes, desgarradas y llenas de vida. Tanto sus trabajos como los del excelente elenco secundario hacen que esta nueva iteración de 'Fences' merezca la pena, sobre todo para aquellos que no conocían la obra. Sin embargo, como pieza cinematográfica, la película se queda corta.
Más que realizar un filme, Washington ejerce como director teatral, componiendo una puesta en escena sencilla, confinada casi exclusivamente a la casa y el patio del matrimonio (el escenario), y por tanto prescindiendo de elementos dinámicos o florituras narrativas, lo que hace que su metraje acabe pasando factura al componerse de una sucesión continuada de conversaciones. 'Fences' está llena de grandes momentos dramáticos, diálogos preciosos, soberbias interpretaciones y reflexiones muy valiosas sobre la comunidad negra en Estados Unidos y la vida en general, pero carece de ímpetu cinematográfico y puede cansar. Mucho. No puedo decir que no me haya gustado (su calidad es indudable), pero sí que me ha costado mucho verla. Y no sé si es lo mismo.
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