Ganarse la vida a base de golpes

Es curioso que nunca me había llamado la atención del todo esta película y que del propio director era la que más me interesaba pero finalmente ha sido después de ver las interesantes pero no deslumbrantes Memorias de Queens y Empire State. Sus críticas no fueron buenas y no sé si en taquilla triunfó pero me apetecía ver una cinta de Channing Tatum y la verdad es que me ha sorprendido pese a que su base de guión sea poco original, simple y demasiado vista.

No es una joya ni pretende serlo, quizás quiera emular en algún sentido al Rocky de Stallone por eso de no saber que hacer en la vida y recaudar dinero para sobrevivir a base de peleas. Channing Tatum cumple bastante bien para desempeñar el rol de protagonista siendo aquí un actor poco contratado para las películas, es decir, que no llevaba mucha trayectoria y la verdad es que su esfuerzo lo vale para soportar el peso de la película pese a su tópico romance que se desenvuelve de forma previsible y forzada.

Entretiene durante toda la cinta manteniendo un buen ritmo e interesando sobretodo en su fuerte que son las peleas que sin estar maravillosamente rodadas son lo suficientemente creíbles como para comprobar que Tatum no es un gran luchador y que se aprovecha de todo punto débil y distracción para llevarse la pelea tras una gran paliza llevada.

La banda sonora es correcta ambientando bien con el tono de la película y Terrence Howard hace bastante bien de secundario dejando algunas escenas memorables como su aparición en el club cuando Tatum discute con otro conocido de antaño.

En definitiva, no es una gran película pero no es ni mucho menos una mala película, sin llegar a deslumbrar los dos actores principales mantienen el ritmo y el interés durante toda la cinta en la que se agradece su cortita duración. Interesante.