Cambio de ruta

Ya era hora de volver a subir críticas a esta página, y no había mejor manera de hacerlo que hablando sobre First Man, una de las películas más destacables de lo que he visto por ahora en 2018.

En un principió me resultó decepcionante saber que Damien Chazelle abandonaba el género musical y el jazz para filmar un biopic al uso. Y es cierto que su nueva cinta no llega a los niveles de la La Land o Whiplash, pero le permite seguir derrochando talento tras las cámaras. El hecho de que First Man sea una película muy buena dice mucho sobre el potencial del joven director, que demuestra saber adaptarse a otros géneros.

Siguiendo una narrativa convencional, hacemos un recorrido por la vida personal y profesional de Neil Armstrong. Si bien este es una figura icónica, también es un personaje sobre quien realmente no conocía demasiado. Me pregunto también si Armstrong fuese tan reservado y distante como Ryan Gosling lo interpreta. Sin duda un papel así de contenido es la especialidad del actor. Pero aunque la película siempre pretende que empaticemos con el protagonista, ha habido ocasiones durante las que ha llegado a parecerme algo egoísta. Sin embargo, eso no ha impedido que me involucre de lleno en la historia, pues la dirección de Chazelle la lleva por el buen camino.

En cuanto al resto del reparto, todos cumplen con creces. He echado de menos más tiempo en pantalla de Claire Foy, que en mi opinión ofrece una interpretación más notable que Gosling. Sin embargo, su personaje funciona como secundario. Así también es el caso de Jason Clarke, un actor que cada vez me gusta más. Kyle Chandler está bien simplemente(tampoco tiene material suficiente para dotar de personalidad a su personaje) y Corey Stoll consigue un carismático Buzz Aldrin.

Sobra decir que el apartado técnico es el punto más fuerte de First Man. Los efectos visuales están cuidadísimos y resultan de lo más creíbles. La fotografía de Linus Sandgren es fascinante, puede transmitir tanto belleza como claustrofobia. Y para completar estas sensaciones es vital el trabajo sonoro. No voy a hablar como si supiera mucho de edición de sonido, pero de alguna manera se nota el impacto que tiene en escenas concretas. La banda sonora solo hace más disfrutable el transcurso de la narración, cargándola de emociones distintas. Me recordó bastante a las melodías de La La Land.

Recomendaría esta película principalmente a todos aquellos interesados en la historia de la NASA y todos los sacrificios que vivió para poder enviar al primer hombre a la luna. Si algo consigue First Man con creces es transmitir esa sensación de peligro y riesgo que suponía una misión tan descabellada. Para todos quienes no disfruten de cine "espacial", hay grandes dosis de drama humano en compensación. Según otras fuentes, el metraje es demasiado largo. A mi, sin embargo, me pareció un ritmo muy apropiado para abarcar la historia personal de Neil Armstrong y su viaje hacia las estrellas. Y no salí decepcionado, sin duda.