
Fincher retratando el matrimonio de la manera más descabellada
Sin spoilers
Cuando uno ha visto la filmografía completa del señor Fincher sabe que hay de todo pero en especial que hay grandes películas, obras maestras, cintas notables y aburrimientos inesperados como La habitación del pánico. David Fincher es uno de los mejores directores activos actualmente, un perfeccionista de cabo a rabo, un hombre con estilo propio, gamberro, irónico, satírico y oscuro, con su filtro de imagen suyo, ya sea amarillo cual La red social como azul o verde dependiendo del tono de la cinta. En esta ocasión Fincher retrata el matrimonio y como los medios de comunicación tergiversan todo para ver que una de las dos versiones lleva razón, ellos opinan e imponen, no se sabe si es una sátira contra la prensa o una Atracción fatal más descabellada y oscura a la vez que actualizada y divertida. 145 minutos que hacen mella en el espectador aunque no impactan en sus giros que tanto prometen. David Fincher coge una premisa de telefilm de sobremesa para hacerla descabellada, larga pero bien montada y ante todo profunda y mucho menos es un retrato misógino como algunos quieren demostrar a raíz de la perfecta y digna de oscar interpretación de Rosamund Pike que logra la mejor actuación de su carrera, actuación que cumple en su rol el señor Ben Affleck quien con esa cara de palo cumple a la perfección su personalidad de ingenuo y mentiroso.
La banda sonora adorna los momentos de tensión, momentos que aunque no sorprenden en sus giros logran mantenerte en vilo hasta el último acto donde aparece lo más retorcido de la cinta. No es una maravilla ni lo mejor del director pero está muy bien montada y se deja ver aunque no cierre del todo como debería. Recomendable.
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